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La Policía señaló en su momento que tenía proyectado comprar 720 biblias para 64 capillas en los 32 departamentos del país, esta acción tendría un costo de casi 36 millones de pesos. Ante esto, desde la Asociación de Ateos de Bogotá, el abogado Nicolás Calderón Grisales, radicó una tutela pidiendo la protección del derecho a la libertad de culto y el libre desarrollo de la personalidad.
El fallo de esta tutela frenó la compra de las biblias, por lo que desde la Iglesia católica anunciaron esta donación, argumentando que para la Policía la palabra de Dios es aliento y hace parte de sus grandes valores institucionales.
“Para la Policía Nacional la palabra de Dios es aliento y hace parte de sus grandes valores institucionales, con ese gran lema que nos inspira: Dios y Patria”, manifestaron desde la Iglesia.
También, añadieron que el objetivo “es acompañar a los que tienen fe, a nuestro parecer respetuosos de la libertad religiosa, respetuosos también de la autoridad judicial. La libertad religiosa es acompañar a los creyentes”.
Entre los argumentos que utilizó Calderón, se encontraba que la policía lo estaba discriminando en el proceso de contratación, pues él es ateo y se están utilizando recursos públicos para la compra de libros religiosos. Además, aseguró que la compra implicaba una violación al deber de neutralidad ante todas las religiones.
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