Indignación por fiesta de despedida con pólvora a “fletero de fleteros” en Medellín
El fletero había sido herido por la Policía durante un operativo que frustró el robo de una motocicleta en el centro de la ciudad.
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La Comuna 3 de Medellín, en el sector de Manrique, fue escenario de una controversia que estalló en redes sociales tras la inusual despedida que vecinos y allegados organizaron para Jefferson Alexis Cano Gómez, conocido como alias Chom o alias Botija, un joven de 25 años que falleció el 11 de noviembre luego de permanecer varios días hospitalizado. Cano Gómez había sido herido por la Policía durante un operativo que frustró el robo de una motocicleta en el centro de la ciudad.
Pese a los antecedentes del joven, señalado como integrante de una estructura delincuencial en el barrio Villa Guadalupe, videos difundidos en plataformas digitales muestran una alborada convocada con anticipación para rendirle homenaje. Globos, pólvora, música en vivo y decenas de personas reunidas en las calles hicieron parte de un acto que para muchos resultó incomprensible y que rápidamente generó rechazo público.
El “homenaje” inició en la noche del martes y se extendió hasta la madrugada del miércoles. Entre aplausos, canciones y una fuerte presencia de pirotecnia, los asistentes acompañaron el paso del féretro, ignorando los señalamientos que pesaban sobre Cano Gómez por su presunta participación en varios hechos delictivos en la zona nororiental de Medellín.
Según el reporte de las autoridades, la herida que finalmente le causó la muerte fue producto de un intercambio de disparos ocurrido el pasado 4 de noviembre en el barrio Prado, en la comuna 10 (La Candelaria). Ese día, alias Chom y un joven de 21 años abordaron a un hombre de 39 años que acababa de salir de su vivienda. Con una arma traumática, los dos sujetos intimidaron a la víctima y le robaron su motocicleta Yamaha N-Max modelo 2025, adquirida recientemente.
La reacción policial fue inmediata. Uniformados cercanos al sector llegaron al sitio e intentaron detener el escape de los presuntos delincuentes. La situación derivó en un cruce de disparos que dejó a ambos heridos. El arma utilizada fue decomisada y los dos sospechosos quedaron bajo custodia tras la intervención médica. Cano Gómez, sin embargo, no logró recuperarse y murió una semana después en el Hospital San Vicente Fundación.
El historial judicial del joven indica que no era la primera vez que enfrentaba a la justicia. En 2018 fue capturado por hurto calificado y agravado, delito por el que recibió una condena de 18 meses de prisión que cumplió en su lugar de residencia, de acuerdo con los registros oficiales.
La despedida masiva registrada en Manrique abrió un debate sobre la normalización de la violencia y la exaltación de figuras vinculadas a actividades criminales. Mientras algunos justificaron el acto como un gesto de solidaridad humana ante la muerte, otros cuestionaron que se rindieran honores a una persona con un prontuario delictivo. Las autoridades, por su parte, recordaron la importancia de fortalecer la cultura de la legalidad y pidieron no glorificar comportamientos que afectan la seguridad de la ciudad.
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El caso continúa generando reacciones y plantea nuevamente la urgente necesidad de reforzar el tejido social en zonas donde la presencia de estructuras criminales sigue teniendo influencia sobre las comunidades.