La sorpresiva despedida de la Fuerza Aérea a Santos, a mil pies de altura
Santos hizo su último viaje internacional a México para participar en la Cumbre de la Alianza del Pacífico.
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Siendo las 9:00 de la noche, a 2.474 kilómetros de Bogotá y desde las alturas, el presidente Juan Manuel Santos se llevó una sorpresa a bordo del FAC 0001, y no por una turbulencia o una mala noticia, sino por un mensaje de despedida que repentinamente sonó desde la cabina del avión presidencial.
Quien hablaba era el coronel Jaime Betancour, piloto instructor, quien acompañó al primer mandatario durante los últimos 6 años y medio de mandato, por lo que quiso hacerle un reconocimiento.
“Ha sido un honor transportarlo como primer mandatario de nuestro país y ser testigos de su valioso legado en cada rincón del territorio nacional. Llevar el tricolor colombiano más allá de las fronteras ha sido un reto gratamente superado pese a las adversidades encontradas”, dijo.
Entre los obstáculos que tuvo que enfrentar la tripulación, el coronel Betancour recordó cuando no había visibilidad en el aeropuerto de Madrid-Barajas o cuando el avión aterrizó en una de las terminales aéreas más peligrosos del mundo: Toncontín en Tegucigalpa, Honduras.
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“O los fuertes vientos del coletazo del huracán José en Boston o del avión en condiciones extremas de frío en Oslo, Noruega. El aire enrarecido del calor del desierto en Dubái, el pintoresco paisaje de Alaska en el tránsito hacia Manila, Filipinas”, citó entre las experiencias que calificó de “inolvidables” y “satisfactorias”.
Luego, continuó el mensaje el teniente coronel Erbin Gaitán, piloto del avión desde hace 5 años, quien aseguró que la tripulación se sintió parte de los logros del Gobierno.
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“Gracias, señor presidente, por no decaer en su empeño por construir una Colombia en la que reine la paz. También le damos gracias a Dios por darnos la oportunidad de surcar el cielo patrio y el mundo entero junto a usted y su equipo de trabajo”, le dijo en el camino de regreso desde Puerto Vallarta.
“Hoy se completan más de 2.500 horas de vuelo y ha sido un honor para la Fuerza Aérea colombiana y esta, por siempre su tripulación, acompañarlo en este largo camino”, culminó.
Santos les agradeció y luego recibió un mensaje de afecto por parte de las tripulantes de cabina de Satena.
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