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Recientemente, el Congreso ha venido trabajando en la modificación de varias normativas vigentes en el país. Una de las propuestas más relevantes tiene que ver con la reforma del régimen de propiedad horizontal, lo que representaría un cambio significativo para quienes viven en conjuntos residenciales.
Entre los puntos clave, se destaca la atención especial a la presencia de animales, en particular aquellos en condición de abandono. Esta iniciativa busca modificar artículos de la Ley 675 de 2001 para ofrecer un marco legal más claro frente a la convivencia con mascotas y su cuidado dentro de las copropiedades.
En muchos conjuntos, actualmente son los reglamentos internos los que determinan las condiciones para tener animales de compañía, lo que puede generar conflictos en casos de rescate o abandono en zonas comunes.
Con estos ajustes, se permitiría que los residentes acojan voluntariamente a animales abandonados, siempre que su presencia no represente una afectación para la comunidad. De ser aprobada la ley, esta acción estaría respaldada legalmente, por lo que las administraciones no podrían impedir ni desmontar adecuaciones realizadas en beneficio de los animales.
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Uno de los puntos más importantes del articulado es que las copropiedades ya no tendrían la facultad de expulsar animales protegidos ni de frenar actividades humanitarias emprendidas por los vecinos. Esto refuerza el concepto de cuidado comunitario y exige respeto por parte de las administraciones hacia este tipo de acciones solidarias.
Asimismo, se propone que los cuidadores registren a sus mascotas ante la administración del conjunto. Esto permitiría consolidar censos internos que podrían ser compartidos con alcaldías municipales o distritales, facilitando la atención en casos de emergencia o denuncias por maltrato.
La iniciativa también contempla a los perros clasificados como de manejo especial. En estos casos, la custodia y supervisión recaerían directamente sobre las autoridades locales. Además, se establece como obligación denunciar cualquier tipo de maltrato físico o psicológico, promoviendo una cultura de corresponsabilidad y protección animal.
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Finalmente, se incluiría la exigencia de establecer protocolos específicos para el uso de plaguicidas en conjuntos residenciales, buscando reducir los riesgos tanto para los humanos como para los animales.
Este proyecto busca no solo mejorar la convivencia en las propiedades horizontales, sino también responder a una necesidad social que exige respeto y cuidado hacia los animales que habitan en entornos urbanos.
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