El Gobierno anunció que las mujeres tendrán prioridad en la entrega del subsidio de $1.280.000 mensuales a los campesinos del Catatumbo que participen en el programa de sustitución de cultivos ilícitos. Gloria Miranda, directora del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), explicó en una entrevista con Blu Radio que esta decisión se basa en estudios previos que han demostrado una mejor administración de los recursos por parte de las mujeres.
La polémica sobre la priorización de mujeres
Uno de los aspectos más debatidos del programa ha sido la decisión de priorizar a las mujeres en la entrega del subsidio. Según Miranda, esta medida responde a estudios del Departamento Nacional de Planeación (DNP) y la Universidad de los Andes, que indican que las mujeres administran mejor los recursos en programas sociales.
"No es una percepción, hay evidencia de que cuando los recursos están en manos de mujeres, se destinan en mayor medida al bienestar del hogar", sostuvo.
No obstante, aclaró que los hombres también podrán acceder al programa si son jefes de hogar. "No estamos excluyendo a los hombres, pero sí priorizando a las mujeres porque hemos visto mejores resultados en términos de administración y sostenibilidad", insistió.
Un programa para transformar la economía del Catatumbo
El programa de sustitución de cultivos ilícitos en el Catatumbo tiene dos grandes ejes: la erradicación de cultivos de coca con apoyo económico y la transformación productiva del territorio.
"No estamos hablando solo de sustituir una mata por otra, sino de cambiar toda la economía alrededor del cultivo ilícito", afirmó Miranda.
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Para lograr esta transformación, el Gobierno ha definido líneas productivas concretas como café, cacao, yuca, piscicultura y porcicultura. Estos sectores han sido seleccionados porque ya cuentan con asociaciones productivas establecidas en la región. Además, el Estado busca garantizar la comercialización de estos productos para evitar que los campesinos queden desprotegidos tras la erradicación.
El pago no dependerá de la cantidad de hectáreas de coca erradicadas
Miranda aclaró que el subsidio de $1.280.000 se entregará mensualmente durante un año sin importar la cantidad de hectáreas de coca que posea cada campesino. "Si lo hiciéramos dependiendo de la cantidad de hectáreas, estaríamos enviando un mensaje perverso: entre más coca tenga, más dinero recibe", explicó.
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Sin embargo, quienes erradiquen mayores extensiones de cultivos ilícitos tendrán acceso a más insumos para el establecimiento de proyectos productivos. “No es un incentivo para sembrar más coca, sino para sustituirla por completo”, enfatizó la funcionaria.
El cacao como alternativa rentable a la coca
Uno de los cultivos que se busca impulsar en la región es el cacao. Aunque su producción tarda entre tres y cinco años en generar ingresos sostenibles, Miranda aseguró que su rentabilidad a largo plazo puede ser superior a la de la hoja de coca.
"Hoy el kilo de cacao puede costar entre $15.000 y $20.000 en el mercado internacional. Una hectárea bien manejada puede producir hasta 450 kilos al año, lo que significaría ingresos de más de $13 millones", explicó.
Para mitigar el impacto económico durante el periodo de transición, el Gobierno ofrecerá apoyo con cultivos de ciclo corto y acceso a créditos con periodos de gracia de hasta cinco años.
"Sabemos que la transformación no será inmediata, pero estamos trabajando para que sea sostenible", aseguró Miranda.
Infraestructura y comercialización: los retos del programa
Uno de los principales desafíos para la implementación del programa es la infraestructura vial en el Catatumbo. La comercialización de productos como el cacao o el café depende de la capacidad de transporte en la región, y actualmente muchas vías son trochas en mal estado. "Hoy existen rutas, pero los costos de transporte son muy altos. Estamos trabajando en mejorar los tramos críticos para que la comercialización sea viable", dijo Miranda.
Además, el gobierno ha firmado alianzas con empresas privadas, como Nutresa, para garantizar la compra de productos agrícolas y fomentar la agroindustria. "No queremos repetir errores del pasado, donde los campesinos erradicaban pero después no tenían dónde vender sus productos", concluyó la funcionaria.
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