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Niños boyacenses estudian con sus manitas congeladas en medio de promesas de remodelación de colegio

Padres de los niños estudiantes de la institución cuentan que sus hijos aguantan temperaturas de hasta 5° a la intemperie.

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Niños estudiando bajo carpas.
Foto: Cortesía.

De lunes a viernes, Don Jorge Anderson Garzón llega con su hijo desde muy temprano a la Institución Educativa Adolfo María Jiménez, ubicada en zona rural de Sotaquirá, Boyacá, mira al cielo y la incertidumbre lo invade, pues sabe que su adoración y vida, queda en este lugar, pero sin las garantías que normalmente se puede tener a la hora de ir a estudiar.

Hace cerca de cinco años les dieron la noticia de que las instalaciones de este colegio rural se irían al piso para darle paso a un plantel más moderno y cómodo para quienes buscan salir adelante gracias al estudio, la sorpresa es que la obra no la han terminado y quienes llegan a tomar clases lo hacen en carpas y una aula dividida por sillas para que dos cursos puedan trabajar.

"Por estas fecha, donde las temperaturas en la mañana pueden estar cerca a los 5°, los niños permanecen con las manos congeladas, porque casi que están a la intemperie y ahora ya sobre el mediodía, entran con una temperaturas muy altas, se calienta térmicamente esas carpas y esos polisombras", describió Jorge.

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Foto: Cortesía.

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Las imágenes son claras, padres de familia, estudiantes y docentes dicen ya no saber qué más hacer para que agilicen los trabajos, que en ocasiones describen ellos como muy lentos, pues solo trabajan en algunos turnos tres personas.

Mientras tanto, estos niños tienen dificultades y riesgos a la hora de estudiar, por eso, la importancia de la intervención de las autoridades, quienes pese a los llamados a la constructora, no encuentran una verdadera salida.

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"Duele como padres de familia, porque afectaron realmente la educación de los niños y lo que queremos es que no se continúen las promesas de que este año sí lo van a terminar, ha sido la frase que durante cinco años muchos padres de familia han escuchado", indicó Jorge.

Este es uno de los 17 colegios de Boyacá que fueron derrumbados y aún no han sido entregados, obras que han estado bajo el desarrollo del Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa.

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