No debemos quedarnos en las cosas del pasado: Santos
El Te Deum fue oficiado por el obispo castrense, monseñor Fabio Suescún Mutis.
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El presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, asistió al Te Deum oficiado en la Catedral Primada de Bogotá, dentro de la celebración del Día de la Independencia Nacional.
El Te Deum fue oficiado por el Obispo Castrense, monseñor Fabio Suescún Mutis.
El presidente Santos hizo la primera lectura, tomada del libro de Isaías (43, 16-21), que le habla al pueblo elegido de no quedarse en las cosas del pasado, cuando se vislumbra algo nuevo.
A continuación se leyó el Salmo 23: “El señor es mi pastor, nada me falta”.
Enseguida fue la lectura del evangelio de San Juan (20 19-31), pasaje que narra la escena de los apóstoles reunidos el día de la resurrección, con las puertas cerradas, cuando Jesús se presentó y les dijo: “¡Les traigo la paz!
La lectura agrega que ocho días después los discípulos estaban de nuevo reunidos y Jesús se les presentó, esta vez con Tomás presente, y les dio el mismo saludo: “¡Les traigo la paz!”. Y reconvino al apóstol incrédulo.
A continuación, el obispo Castrense leyó la homilía, quien se refirió a la lectura de Isaías, que habla de no recordar las cosas pasadas.
Sin embargo anotó que “no se trata de ‘olvidar’ como algunos piensan que es el actuar como si nada hubiese ocurrido sino de purificar la memoria y poder ocupar nuestro tiempo en mirar hacia adelante porque está sucediendo algo nuevo”.
“Renovemos el compromiso de “no permitir –como lo expresó claramente el Papa Francisco– otro fracaso más en este camino de paz y de reconciliación”, puntualizó.
Finalmente, el Vicario Castrense elevó la oración de los fieles, que respondieron “Dios de la paz, escúchanos”.
“Por nuestra Patria, para que crezca el compromiso de todos por construir una sociedad pacífica que se fundamente en la verdad, la justicia, la solidaridad, el respeto a los derechos legítimos y la libertad, hoy al celebrar el ducentésimo sexto aniversario del grito de independencia de nuestra Nación”, fue una de las plegarias.
Monseñor Suescún también pidió por las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, y en particular “por quienes han muerto cumpliendo con su deber, para que tantos esfuerzos y sacrificios se vean recompensados y así se consolide entre nosotros una sociedad justa y pacífica”.
Así mismo lo hizo “por las víctimas del secuestro, la violencia y el desplazamiento forzado, para que su dolor y su sacrificio sean semilla para la construcción de una paz estable y duradera”.