El miedo, la angustia y la sensación de abandono quedaron reflejados en la voz entrecortada de una habitante del municipio de Buenos Aires, Cauca, quien lanzó un llamado desesperado en medio del violento ataque armado que se registra desde la madrugada del martes 16 de diciembre. Su testimonio da cuenta del impacto que el hostigamiento ha tenido sobre la población civil, atrapada en medio de los enfrentamientos.
“Por favor, ayuda, ayuda. El padre habló, pero no hubo respuesta… por favor, una ayuda, ya tenemos desde las seis de la mañana y está peor esto. Una ayuda para nosotros, nosotros somos inocentes. Todos, Dios mío, hagan algo. Señor presidente, por favor, colabore y haga algo por este pueblo, Buenos Aires”, expresó la mujer, visiblemente afectada por la situación de orden público.
El ataque comenzó sobre las 6:00 de la mañana, cuando hombres armados ingresaron a la cabecera municipal y lanzaron un fuerte hostigamiento contra la estación de Policía, ubicada a un costado de la Alcaldía. Según los primeros reportes, los agresores utilizaron fusiles, explosivos artesanales, granadas y al menos seis drones desde los cuales habrían arrojado artefactos explosivos, en lo que representa una escalada en las tácticas de los grupos armados ilegales que operan en la zona.
La agresión, atribuida a presuntos integrantes de las disidencias de las Farc, generó pánico entre los habitantes, muchos de los cuales permanecen confinados en sus viviendas desde hace varias horas, mientras continúan los enfrentamientos con la Fuerza Pública.
Ante la gravedad de la situación, el alcalde de Buenos Aires, Paulo César Peña, hizo un llamado urgente a la comunidad para que no salga de sus casas, con el fin de evitar víctimas civiles mientras se controla la emergencia. Al mismo tiempo, unidades antiexplosivos fueron desplegadas en el municipio para verificar la presencia de artefactos y apoyar las labores de seguridad.
Mientras avanzan las operaciones para retomar el control del área, la voz de esta habitante resume el sentir de toda una población que clama por protección y una pronta intervención del Estado para poner fin a la violencia que hoy mantiene en vilo a Buenos Aires, Cauca.