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Tras diez años, la muerte de mi hermano está impune: víctima de falsos positivos

El hombre desapareció en agosto de 2008.

300701_Foto: Jaime Castillo/Suministrada por la familia
Foto: Jaime Castillo/Suministrada por la familia

Jaqueline Castillo dice que no lograba salir del asombro cuando en un montón de muertos desnudos y enterrados en una finca en Ocaña, Norte de Santander, encontró a su hermano Jaime Castillo Peña oriundo de Soacha, Cundinamarca.

 

Castillo Peña despareció el 10 de agosto del año 2008, pero su familia después de dos meses de ardua búsqueda lo encontró en zona rural de Ocaña en octubre del mismo año como guerrillero muerto en combate junto a otros jóvenes de Soacha que se los llevaron y aparecieron allá.

 

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Cuando mi hermano desapareció puse la denuncia ante Medicina Legal miramos dentro de los NN lejos de imaginarme en las condiciones que lo iba a encontrar. La investigadora que nos asignaron del CTI me sugirió que buscara dentro de los que estaban en Ocaña que el caso podía coincidir con los otros jóvenes de Soacha”, explicó.

Asimismo, Castillo asegura que cuando encontró las fotos en Medicina Legal más o menos duró 48 horas para que le confirmaran que las huellas del cuerpo que estaba en

Ocaña coincidían con las de su hermano.

Vea aquí: Uno de los principales responsables por falsos positivos pide acogerse a la JEP

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Fue un impacto bastante grande, porque asumí que lo iba a encontrar en un cementerio, y la sorpresa era que estaba en la tierra de una finca de un señor que no sé qué tanto tendrá que ver y por qué permitía que enterraran a tanta gente allí”, mencionó.

La mujer relata que su hermano se la pasaba en el sector de la Floresta, allí “vendía dulces y limpiaba vidrios o a veces mantenía en el taller de carpintería de un familiar en el barrio Alamos”.

 

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La desgracia les llegó a los Castillo cuando el joven Jaime hizo contacto con el reclutador Alexander Carretero condenado a 44 años de prisión por la muerte de 14 jóvenes, todos residentes de Soacha, Cundinamarca. 

 

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“El reclutador Alexander Carretero que ya está detenido y quien ha dado los testimonios lo engañaron con falsas promesas de trabajo a mi hermano, le ofrecieron recoger café en una finca, pero él nunca nos dijo que se iba ir a Ocaña. Él nunca había salido de Bogotá”, explicó la hermana de la víctima quien dice que ese hombre buscaba a víctimas de bajos recursos e indefensas. 

 

Asimismo, la familiar de Jaime Castillo dice que este año se cumplen diez años de la muerte de su hermano “en total impunidad”. Afirma que las audiencias desde el año pasado todas fueron aplazadas y que en enero de este año volvieron a aplazar otra audiencia.

No es justo que la Fiscalía este permitiendo que se sigan aplazando las audiencias porque no llega el abogado, que les pongan uno de oficio y cumplimos 10 años de completa impunidad”, dijo.

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Sobre la Justicia Especial de Paz, Castillo dicen que las madres de Soacha están tristes porque desde un comienzo se había dicho que los falsos positivos eran delitos de lesa humanidad y no podían ir al sistema transicional.  

 

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“Nosotros tenemos claro que estos crímenes de falsos positivos no se dieron en el marco del conflicto armado. Estos asesinatos lo hicieron buscando beneficios de asensos, felicitaciones, medallas y permisos”, dijo Jaqueline que recuerdas que su hermano le encantaba pintar rostros de Jesucristo.

 

 

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