Con la ayuda de bomberos, Óscar Vásquez, el hombre más obeso de Colombia, fue trasladado este lunes a una clínica de la ciudad de Cali para ser sometido a la primera de varias intervenciones médicas que buscan hacerle adelgazar y salvar su vida. El operativo comenzó muy temprano en la casa de Vásquez en Palmira, a unos 30 kilómetros de Cali, donde unas 20 personas -principalmente miembros del cuerpo de bomberos local- se activaron para montar a Vásquez en la ambulancia que le trasladó hasta la clínica, relató a la AFP Salvador Palacio, portavoz de la Fundación Gorditos de Corazón. "Tuvimos que usar una carpa adaptada con unas varillas de acero para cargarlo, sacarlo de la casa y montarlo en la ambulancia. Ya en la ambulancia se adaptaron unas semicolchonetas para llevarlo", detalló Palacio. "En Colombia no hay ambulancias adaptadas para este tipo de obesos mórbidos y las camillas soportan máximo 150-180 kilos", dijo. Óscar -que pesa apróximadamente 380 kilos, tras perder unos 20 kilos por el cambio de sus hábitos alimenticios en el último mes y medio- es el caso más grave que ha registrado en Colombia la Fundación Gorditos de Corazón, dedicada a la atención de este tipo de pacientes. Para salvar su vida y devolverle la movilidad a este "comedor compulsivo" es necesario tratarlo psicológicamente y practicarle una serie de intervenciones médicas. Este lunes se le realizaba la primera de ellas: la introducción de un balón gástrico para que pierda entre 30 y 40 kilos. Luego, será sometido a una cirugía de manga gástrica, con la que se espera una reducción de entre 70 y 90 kilos más. Y para acabar, una intervención de bypass gástrico por laparoscopia, que debería ayudarlo a terminar de bajar hasta los 100 kilos. El proceso, con dos cirugías de alto riesgo, debe tomar unos tres años y luego tendría que someterse a operaciones reconstructivas y otra para retirarle la piel sobrante. Al entrar este lunes a la clínica, Vásquez dijo a periodistas que "a partir de hoy espera un cambio" y que para lograrlo tendrá "mucha confianza y mucha fe".
"Las dificultades de vivir con esta obesidad son muchas, porque uno no puede hacer lo que hacen los demás, es una limitación total", explica a la AFP postrado en una cama Vásquez, quien cuenta con el apoyo de su familia para asearse, comer o ser acompañado. (Lea también: Reino Unido cobrará impuestos a refrescos azucarados para combatir obesidad) Para ir al médico, la única ocasión en la que traspasa la puerta de su casa, han diseñado una camilla hecha en base a dos barras de acero y una lona "como las que cubren un camión", cuenta Vásquez. Entre 12 y 16 bomberos ayudan a cargar a Óscar a la camilla, y luego lo suben a una ambulancia, la más grande disponible, que también adaptan con colchonetas. Óscar es el caso más grave que ha registrado en Colombia la Fundación Gorditos de Corazón, dedicada a la atención de este tipo de pacientes, explica a la AFP Salvador Palacios, su portavoz. De joven ya tenía tendencia a la obesidad, y con los años empeoró sus hábitos alimenticios, pero todo se complicó tras la muerte de su madre por un infarto. "Por su estado de ansiedad y depresión se encerró en su casa por más de diez años", señala Palacios. Hoy su cuerpo se deformó, y es casi imposible de sostenerse, debido también a una artrosis de rodilla por su peso. Los pliegues de piel le causan llagas, y sufre de un linfedema pélvico, una protuberancia entre las piernas que pesa unos 40 kilos, en la que acumula líquido linfático, grasas y componentes proteínicos. "En esta clase de pacientes, no se dan cuenta que llegan a esta fase, hasta que llega un momento en que solo esperan a morir", señala Palacios. El tratamiento más urgente y efectivo para Vásquez es bajar de peso. Con esta meta, los médicos han diseñado un plan que se extenderá durante unos tres años. Para comenzar, le introducirán un balón gástrico para que pierda entre 25 y 40 kilos. Superada esta etapa, será sometido a una cirugía de manga gástrica, con la que se espera una reducción de entre 70 y 90 kilos más. Y para acabar, una intervención de bypass gástrico por laparoscopia, que debería ayudarle a terminar de bajar hasta los 100 kilos. Al tratarse de un comedor compulsivo, el proceso necesita paralelamente un control nutricional, y sobre todo de acompañamiento psicológico y emocional. Según Palacios, la obesidad se ha convertido ya en un problema de salud pública en Colombia y no existe ni la infraestructura ni las capacidades de atención a este tipo de pacientes en situación extrema. Ambulancias no adaptadas, servicios de urgencias que no cuentan con camillas ni lugares para atender a obesos mórbidos, o falta de tensiómetros y oxígeno, son algunos de los ejemplos que cita. "Nos ha tocado ver morir pacientes con esta situación, algunos se infartan mientras son trasladados", señala Palacios. Pese al plan de recuperación diseñado para Óscar, su pronóstico es "incierto". Las complicaciones asociadas a su estado, como los riesgos cardíacos o la apnea, pueden aparecer en cualquier momento. Pero a él no le falta esperanza.