'¡Una navidad del putas!' Es la campaña que desde el colectivo Putamente Poderosas adelantan para acompañar a las trabajadoras sexuales del centro de Medellín, a sus hijos y nietos este fin de año.La idea es sacar de los inquilinatos a 1,700 niños y llevarlos a una ruta cultural por la ciudad.Para ello contarán con el apoyo de Comfama y la Universidad de los Niños de Eafit, que serán los encargados de las actividades recreativas para los menores.Además, están recolectando donaciones y dinero para para que los niños reciban un regalo esta navidad.Finalmente, entre las actividades para celebrar la navidad se realizará un bazar de ropa. Las donaciones se están recibiendo a la cuenta de ahorros Bancolombia #34200000565.
Luego de la polémica generada en redes por el video de Las Igualadas donde se exponen las diferencias entre el trabajo sexual y explotación sexual, en Mañanas BLU cuando Colombia está al aire se planteó el interrogante: ¿Se debe regular o abolir la prostitución?“El tema de la prostitución tiene demasiadas aristas como para reducirlas de sopetón, tiene complejidades sociales que deben ser visibilizadas”, dijo Carol Ann Figueroa, periodista y creadora del canal de YouTube 'La Píldora'. Convierta a BLU Radio en su fuente de noticias“Veo como soy más tendiente al abolicionismo, pero no me inscribiría ahí”, declaró. De acuerdo con Matilda González Gil, secretaria de la Mujer y Equidad de Género de Manizales (Caldas), es necesario entender el tema más allá desde una visión criminalista. “Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dic que el 90 % de las personas trans en América ejercen o han ejercido en algún momento el trabajo sexual”, sostuvo. “Me ha tocado como abogada llevar casos y entender el impacto que tiene una posición que criminaliza el trabajo sexual que al final se traduce en Policía”, añadió. Escuche esta interesante polémica en Mañanas BLU 10:30, cuando Colombia está al aire:
Una aguda polémica surgió en Manizales, luego de la publicación de un video en redes por parte de una trabajadora sexual de la ‘calle de las Guapas’ en la que aseguraba que con alternativas online no exponía su salud.Casi de inmediato se registraron críticas ante una manifestación de respaldo de la Procuraduría a la política pública que impulsó la secretaría de la Mujer de la capital caldense. Adicionalmente, en una especie de teléfono roto derivado de publicaciones de 'influenciadores' muchos creyeron que la entidad había avalado la entrega de computadores a 'chicas webcam'.La viceprocuradora Adriana Herrera habló en Mañanas BLU y enfatizó en que el Ministerio Público nunca ha promovido a la prostitución ni se ha dado visto bueno alguno a la la entrega de computadores a mujeres que trabajan como 'webcam'.Vea también: Modelos webcam de Colombia se reinventan por la alta demanda durante pandemia Según Herrera, se valoró la política de protección y se recomendó atender en una sentencia de la Corte Constitucional que recomienda al Estado darle opciones de trabajo a las personas que están en dicha situación de vulnerabilidad. "La Procuraduría no podría avalar una acción de la Alcadía en general", sostuvo Herrera.De acuerdo con la funcionaria, se emitió una alerta para verificar que la entrega de computadores no fueran entregados para webcam."La Procuraduría no ha avalado de manera alguna la campaña, lo que ha felicitado es la política pública para la protección de esta población", sostuvo. Escuche a la viceprocuradora Adriana Herrera en entrevista con Mañanas BLU: Convierta a BLU Radio en su fuente de noticias
Más de 30 funcionarios, entre hombres de la Policía y la Alcaldía de Usaquén, llegaron hasta la calle 161 con Carrera Séptima a una casa de lenocinio. Allí, sorprendieron a 22 hombres y mujeres que se encontraban infringiendo el aislamiento obligatorio para evitar contagios y la propagación del COVID-19.De acuerdo con información que obtuvieron las autoridades, en este lugar se presentaban visitas de hombres para pagar a estas mujeres por servicios sexuales.A pesar de la reserva con la que funcionaba el lugar, varios de estos funcionarios lograron entrar el sábado en la noche al sitio y, haciéndose pasar por clientes, comprobaron que adentro del inmueble se expendían bebidas alcohólicas y funcionaban habitaciones donde varias mujeres ejercían la prostitución.Convierta a BLU Radio en su fuente de noticiasLas personas que allí se encontraban no cumplían con protocolos de bioseguridad ni usaban tapabocas. Por esta razón, mientras los funcionarios departían en el establecimiento sorprendieron al resto de visitantes y los sacaron del lugar para luego proceder con el sellamiento de la casa.Vea acá: La desgarradora historia de joven a la que su pareja habría prostituido y asesinadoEn total, 36 personas fueron objeto de sanción a través de un comparendo y se suspendió la actividad en el sitio, que es ilegal por encontrarse funcionando en medio de la cuarentena decretada en la ciudad, aún en aquellas localidades que no están en alerta naranja como Usaquén.
La Policía española liberó a siete víctimas y arrestó a cuatro miembros de una banda que explotaba sexualmente a mujeres colombianas en viviendas alquiladas en la ciudad de Burgos.Según informaron este martes las fuerzas de seguridad, los detenidos son dos hombres y dos mujeres de entre 26 y 44 años, que "se aprovechaban de la vulnerabilidad de mujeres en Colombia y las traían a España", donde se encontraban en situación de "indefensión" y "especial penosidad".Convierta a BLU Radio en su fuente de noticiasLas víctimas, todas ellas mayores de edad y menores de 30 años, recibían amenazas, también contra sus familias, para obligarlas a ejercer la prostitución.La red les ofrecía oportunidades ficticias de trabajo y les pagaba el viaje a España, así que contraían una deuda que tenían que saldar por medio de la prostitución.La investigación comenzó a finales del año pasado gracias a la denuncia de una de las mujeres explotadas, aunque se vio dificultada porque la banda cambiaba las viviendas cada poco tiempo, así como por el largo periodo de confinamiento obligatorio en España debido a la epidemia de COVID-19.Vea también: Abren investigación por presunta prostitución infantil en batallón de Armada en Chocó La Policía atribuye a los detenidos, todos ya en prisión provisional, los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, contra los derechos de los trabajadores y los ciudadanos extranjeros, relativos a la prostitución y pertenencia a organización criminal.Las víctimas fueron puestas bajo la protección de organizaciones especializadas en apoyo social, psicológico y laboral en estos casos, además de proporcionales un lugar provisional de residencia.
Centenares de mujeres siguen ejerciendo la prostitución en las calles de Cúcuta para sobrevivir a la crítica situación generada por la pandemia del COVID-19 en la frontera. La gran mayoría de ellas son migrantes venezolanas.Convierta a BLU Radio en su fuente de noticiasAlgunas utilizan elementos de bioseguridad como tapabocas para evitar contagiarse del coronavirus, se toman duchas constantes y desinfectan la ropa y el calzado que usan."Siguen saliendo las chicas y algunas usan sus tapabocas, no se dejan tocar tanto. Y apenas salen del acto sexual, se bañan y buscan alcohol o antibacterial... Pero, siempre va a haber contacto de saliva hacia el cliente, así no sea por un beso, sino al momento de prestar otro tipo de servicio", manifestó Katherine Crespo, líder de las mujeres que ejercen la prostitución en Cúcuta.Antes de la cuarentena por el coronavirus, las migrantes ofrecían los servicios sexuales a $30.000. Pero con la emergencia sanitaria, ahora cobran la mitad de la tarifa estándar.Lea también: Mayoría de mujeres que llegan a la prostitución no tienen más remedio: Mabel Lozano"De alguna manera se ven obligadas a bajar las tarifas durante la pandemia para poder llevarle comida a sus hijos. Antes se cobraba hasta $30.000 y ahora se pide sólo $15.000... Pues, el tiempo del servicio sexual es de al menos 20 minutos y cuando se termina inmediatamente las chicas se van", agregó la líder.Mujeres que en horas de la noche buscan clientes en los principales parques de la ciudad. Y el día que no realizan los servicios sexuales, duermen en la calle sin probar un bocado de comida.Lea también: Migración expulsó a venezolana que fue detenida más de 30 veces por hurto "Como el 80% de las mujeres tienen a sus hijos acá, deben juntar más o menos $25.000 que vale la habitación para dormir. Porque sino consiguen el dinero, las sacan y deben dormir en la calle... La situación es tan dura que a veces comen una sola vez al día porque no les alcanza", explicó Crespo.La crisis sanitaria ha provocado que algunas extranjeras retornen a Venezuela para pasar cuarentena con sus familias. Sin embargo, otras mujeres siguen llegando a Cúcuta para ejercer la prostitución.Las autoridades reforzaron los operativos en los parques y residencias de la ciudad, para controlar esta situación que aumenta el riesgo de contagio. En la última semana se han sellado cuatro hoteles y residencias que fueron sorprendidos por la Policía Nacional mientras prestaban sus instalaciones para la prostitución.
Las trabajadoras sexuales del centro de Bucaramanga volvieron a salir a las calles con la intención de “volverse a rebuscar” durante la crisis que se vive por cuenta del coronavirus.Las mujeres, que habían solicitado ayuda de mercados en reiteradas ocasiones a la Alcaldía municipal, salieron argumentando que no tenían cómo sostener a sus familias luego de que se decretara la primera cuarentena en todo el país, y en especial , el toque de queda nocturno en todo Santander.Lea también: La familia Ambuila ha sido víctima de bullying: abogado de la defensa En ese sentido Fátima Bacca, una de la voceras de este grupo de mujeres, indicó que el estado de salud de algunas es muy complicado, muchas de ellas viven en hoteles de paso del centro de la ciudad y no tienen cómo pagar las habitaciones diarias.Precisa que tampoco tienen alimentos y se suma que muchas de ellas viven con sus hijos, denunciando que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar no les ha prestado la ayuda que necesitan.Convierta a BLU Radio en su fuente de noticias“Nosotros estamos reunidas sacando unas cartas para enviarlas a la Personería Municipal, a la Defensoría del Pueblo, a la Oficina de Equidad de Género de la Alcaldía de Bucaramanga y a la Gobernación porque las mujeres estuvieron encerradas 45 días con la esperanza de que el alcalde les ayudara y nunca llegó nada”, dijo Bacca.“Nunca nos tuvieron en cuenta para las ayudas que estaban entregando”, aseguró la mujer.Según la mujer, la comida de las trabajadoras sexuales se logró recolectar gracias a la ayuda de algunos restaurantes del centro de la ciudad que hacen trabajo comunitario con una fundación.Entérese de: 800 abuelos quedarían en la calle por pelea entre la Alcaldía de Bucaramanga y asilosDicen que de esta forma muchas de ellas lograron mantener a sus hijos, pero ya después de 50 días las mujeres decidieron salir nuevamente a las calles a trabajar en sus labores, aunque de manera ilegal, y sin ninguna norma de bioseguridad.Cabe resaltar que también están infringiendo el toque de queda decretado por la Gobernación de Santander y la cuarentena nacional. Por el momento, la Alcaldía de Bucaramanga o la Secretaria de Salud del municipio no se han pronunciado sobre esta situación que ya conocen porque recibieron los mensajes de las trabajadoras sexuales.Una situación que además puede ocasionar nuevos contagios de COVID-19 en la capital de Santander.
Carolina Gutiérrez se prepara para otra jornada de trabajo, viste un bikini dorado y botines negros, se retoca el cabello frente al espejo y se dispone a comenzar. Será una noche diferente porque la cuarentena contra el coronavirus en Colombia le hizo cambiar la forma de ejercer la prostitución."Esto es muy ocasional, pero por lo menos nos ha ayudado para sostenernos porque no tengo ni la menor idea de qué sería de mi vida en este momento si no tuviéramos este pequeño ingreso", dice a Efe esta chica de 23 años en la habitación que comparte con otras dos amigas en Cali.Vea aquí: No tiene sentido que lleguen recibos a locales cerrados por cuarentena: SuperServiciosPara subsistir en un medio que se quedó sin clientela por la prohibición de salir de casa que desde el 25 de marzo rige en Colombia, Carolina y sus amigas se ganan la vida atendiendo videollamadas eróticas por el teléfono celular.Los clientes ya son conocidos y aunque esta modalidad no les da los mismos ingresos que la presencial, les permite recibir algún dinero, transferido previamente a sus cuentas bancarias, por "una interacción de media hora".SIN DINERO Y CON RESPONSABILIDADES"Me ha afectado bastante porque realmente soy una persona que depende de lo que trabaja diariamente y en el gremio todos tenemos responsabilidades muy grandes que cubrir", afirma sobre la cuarentena, pero se resigna porque "nadie a nivel nacional, a nivel mundial, estaba preparado para una situación de estas", dice en referencia a la pandemia de COVID-19.A pesar de las dificultades, Carolina no puede quedarse encerrada en su habitación compartida esperando solo a que termine el confinamiento social obligatorio porque, además de sus propios gastos, también tiene un hijo de ocho años, padres y hermanos en el sureño departamento del Caquetá a los que debe ayudar económicamente.Su historia es la de miles de mujeres colombianas a las que la pobreza y la falta de oportunidades empujaron a las grandes ciudades para convertirse en trabajadoras del sexo."Es una historia un poco compleja; en mi familia no había muchos recursos para alimentar nuestra casa porque somos bastantes, entonces en cuanto cumplí los 18 años simplemente quise poder colaborarle a mi familia" y fue así como se fue a Cali "para poder ejercer esto".Aclara que decidió irse lejos de casa "porque en el país estigmatizan mucho este trabajo" y no quería que su familia fuera señalada públicamente por su forma de ganarse la vida."Espero que esto acabe pronto para que nuestra vida se normalice porque los ingresos son muy mínimos en esta temporada", dice, y agrega que aspira a dejar la prostitución cuando cumpla los 25 años y, con lo que logre ahorrar, montar su propio negocio de venta de licores.PROBLEMA GENERALIZADOLa propagación del COVID-19 alteró dramáticamente la forma de vida y redujo a cero los ingresos de mujeres, y también de hombres, que viven de los servicios sexuales y que ahora sencillamente no tienen qué comer, según la fundadora y presidenta del Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia (Sitrasexco), Fidelia Suárez."El Gobierno está predicando pero no está aplicando. Hablan de entregas de los subsidios y no ha llegado nada, hablan de mercados para ciertas localidades y no ha habido nada", manifiesta Suárez a Efe.En Colombia la prostitución no es ilegal pero la líder sindical lamenta que todavía no haya un marco jurídico que proteja los derechos de quienes ejercen voluntariamente ese oficio, ni tampoco un censo para saber cuántos son."Esta crisis generada por el coronavirus está cada día más preocupante ya que no hay ninguna protección, ni hay garantía de nuestros derechos como mujeres y hombres que ejercemos un trabajo más en el país y es el trabajo sexual", afirma.Según Suárez, los ingresos de las trabajadoras sexuales ya habían sido afectados por la llegada de inmigrantes venezolanas que "se han quedado con clientes que antes eran de colombianas".Esta semana más de medio centenar de estas mujeres que se quedaron sin ingresos recibieron ayudas de víveres y artículos de higiene por medio del sindicato.NEGOCIOS PARALIZADOSEsta sorpresiva alteración de la vida cotidiana causada por el COVID-19 afecta también a otros eslabones del negocio del sexo, explica Elizabeth Arturo, administradora de Eventos Liz, un club nocturno para adultos."Estamos a la deriva, a la espera de que el Gobierno diga regresen, pero cuando eso se produzca no sabemos (...) si va a haber dinero para este tipo de actividades", afirma la mujer, pero su angustia solo tiende a alargarse porque la cuarentena que debía terminar el 27 de abril fue prorrogada hasta el 11 de mayo.En su opinión, la parálisis que viven les afecta de "manera cruel y despiadada porque, si no trabajamos, no comemos", dice refiriéndose a ella y a las 30 chicas que trabajaban en su club nocturno.Edwin Arbeláez, propietario de un bar swinger (intercambio de parejas), también echa de menos los "tiempos normales", aquellos días en los que organizaba los llamados "viernes fuerte" a los que acudían hasta 70 parejas."El coronavirus se va a llevar almas pero también grandes, pequeñas y medianas empresas", dice.El mismo problema arrastra Humberto Villegas, propietario de dos moteles en Cali, quien asegura que su negocio iba bien pero las medidas contra el coronavirus ya lo obligaron a despedir a 60 de sus 100 empleados."Aquí tenemos un agravante y es que como no hay auxilios del Gobierno pues viene otro coronavirus que es la crisis económica que puede ser peor que el mismo coronavirus", alerta Villegas.Convierta a BLU Radio en su fuente de noticias
Ana María violó la cuarentena para hacer un "domicilio", Estefanía fue más allá y salió para vender droga. Sus alacenas lucen vacías y las cuentas se amontonan. Sobrevivir es una odisea para las trabajadoras sexuales en una Colombia confinada por la neumonía del coronavirus.Antes de la emergencia, el dinero las conducía a calles o burdeles. Ahora, con casi la mitad de la humanidad confinada y los prostíbulos cerrados, apelan a la caridad o a lo poco ahorrado.Pero ni lo uno ni lo otro bastan. La necesidad apremia a las prostitutas colombianas, que en muchos casos desafían la prohibición de salir de casa pese a las multas y amenazas de prisión. Y a la posibilidad de contagiarse con un virus que deja 131 muertos y 3.000 contaminados en el país."Estaba en cuarentena pero me tocó ir a hacer un domicilio (trabajo sexual)", cuenta a la AFP Ana María, de 46 años, que vive en Facatativá, un municipio a 40 kilómetros de Bogotá. "¿Qué hago? Morirme de hambre no puedo".Tomó un taxi que la llevó a donde un cliente. El gas propano con el que cocina estaba a punto de acabarse y en su despensa ya no había frutas ni verduras. Le urgían los casi diez dólares que cobra por servicio."Me vi apurada (...) Las ayudas del Estado no han llegado", señala sobre los subsidios prometidos por autoridades para poblaciones vulnerables.Hasta el 3 de abril, cuando atendió el "domicilio", afirma haber cumplido a rajatabla la cuarentena, que empezó el 25 de marzo y se prolongará hasta el 27 de este mes.A veces golpean en la puerta de su hogar, y ella sabe que es una señal de socorro de alguna compañera con hijos hambrientos. Sin embargo, la generosidad terminó. "No tengo" qué dar, explica.- "Situación crítica" -A veces el celular de Fidelia Suárez suena a las dos de la mañana. Al otro lado de la línea se escucha la voz "desesperada" de alguna de las 2.215 afiliadas al Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia."Estamos en una situación crítica", se queja esta sexagenaria, que preside la organización. "Algunas están a punto de pasar hambre o de que las saquen de donde viven porque no tienen para lo del arriendo", pese a la prohibición oficial de desalojos durante el confinamiento.De día, Suárez entrega alimentos a colegas en Bogotá. Pero las solicitudes sobrepasan las ayudas donadas por la alcaldía y privados. "Nosotras somos las que mantenemos el hogar, y nos ganamos la vida en el día a día. La situación ya se está volviendo más desesperante", sostiene.Suárez descarga su furia contra la "indolencia de las autoridades" y reclama "soluciones concretas" para las miles que ejercen esta actividad en Colombia, donde es legal aunque informal. "Solo se acuerdan de nosotras en épocas de politiquería", descarga.En Bogotá hay 7.094 personas que se dedican a esta labor, según el único censo de 2017, asegura la secretaria distrital de la Mujer, Diana Rodríguez. No hay cifras nacionales."Estamos articulando acciones y sumando esfuerzos para que las personas que realizan actividades sexuales pagadas y que se encuentran acatando el confinamiento en sus lugares de residencia sean beneficiarias" de subsidios de entre unos 30 y 60 dólares, agregó.- Los "amigos" no salen -Rodríguez asegura que la mayoría de prostitutas con las que la Secretaría tiene contacto cumple el aislamiento.Luz Amparo, de 49 años, sigue las normas. No quiere correr el riesgo de enfermarse y contagiar a sus dos hijos y cuatro nietos con los que comparte casa. Los siete subsisten de donaciones."Yo llamo a amigos (clientes) pero ellos no salen, les da miedo", confiesa.A 415 kilómetros, en Medellín, Estefanía se la rebusca en la intemperie para enviarles dinero a sus tres hijas, comer y pagar el estrecho cuarto del inquilinato donde vive, en plena zona de tolerancia."Hoy me toca salir para pagar lo de la pieza (habitación). Debo dos días (...) no sé cómo pero tengo que pagar", asegura. Cada noche cuesta unos 5,4 dólares, aunque el propietario redujo el valor a la mitad por la crisis económica de los inquilinos.Antes de que aterrizara el nuevo coronavirus, Estefanía, de 29 años, trabajaba al anochecer. Por lo general prestaba tres servicios y regresaba a casa con hasta 50 dólares, pero los clientes no han vuelto al parque donde suele abordarlos en el centro de Medellín.Ahora sale a la calle desde el mediodía, tras reponerse de los amagues de regreso de la depresión que la aqueja desde la adolescencia. Intentó, sin éxito, vender confites y comercializó droga hasta que la policía por poco la atrapa.Cuando contaba las horas para el fin de la cuarentena, el gobierno la prorrogó dos semanas más. "Hay que pagar pieza, comida, son muchos problemas los que vienen. Catorce días más, imagínese".Convierta a BLU Radio en su fuente de noticias
Un total de 21 mujeres, 16 de ellas de nacionalidad venezolana, y 21 hombres, dos de ellos también del vecino país, fueron sorprendidos en la madrugada de este sábado 11 de abril en medio de una fiesta privada en una finca.El hecho ocurrió en la zona rural de Villavicencio donde, al parecer, se realizarían de manera clandestina actividades sexuales.La noticia la dio a conocer la Policía Metropolitana de Villavicencio. Según la autoridad, en el lugar fueron encontradas botellas de licor, droga y armas de fuego, posteriormente incautadas.Convierta a BLU Radio en su fuente de noticiasEl coronel Luis Quintero señaló que el operativo se logró gracias a la información proporcionada por una fuente humana que indicó que en el sector de Pompeya se estaría presentado esta situación.Lea aquí: Inpec investiga posible segunda muerte de preso por coronavirus en Villavicencio Las 42 personas detenidas fueron trasladadas a la Sijin de la Policía por violar la medida de aislamiento preventivo obligatorio.Así mismo, dos de ellos deberán responder por el delito de porte ilegal de armas por tener en su poder dos escopetas y un revólver sin el respectivo permiso.Las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía a respetar la medida de cuarentena, y no poner en riesgo su vida y la de los demás ciudadanos ante la situación de pandemia.
El artista vallenato Jorge Oñate, ‘el jilguero de América’, murió en Medellín, Antioquia, a donde fue trasladado para tratarle complicaciones renales y de páncreas. El cantante pasó sus últimos días en el hospital Pablo Tobón Uribe.La triste noticia enluta al mundo del vallenato y a Colombia, donde sus inspirados éxitos marcaron épocas y páginas gloriosas del folclor nacional. Temas como El cariño de mi pueblo, Volví a llorar, Nido de Amor y Mujer Marchita están impresos en la memoria sonora de los amantes del género musical.Jorge Oñate murió a los 71 años. Estas son algunas de sus más recordadas canciones:
De luto se encuentra el folclor vallenato por la muerte del maestro Jorge Oñate, quien hace más de un mes luchaba por su vida tras haber contraído coronavirus. Un gran número de artistas y personalidades se volcaron a las redes para escribir sentidos mensajes en honor al Jilguero de América.Peter Manjarrés, los acordeoneros Rolando Ochoa, Julián Rojas, uno de los hijos de Diomedes Díaz, Elder Dayan Díaz, Ana del Castillo, Orlando Liñán, entre otras personalidades de la música, fueron algunos de los artistas que publicaron mensajes durante a madrugada de este domingo.
El artista vallenato Jorge Oñate, ‘el jilguero de América’, murió en Medellín, Antioquia, a donde fue trasladado para tratarle complicaciones renales y de páncreas. El cantante pasó sus últimos días en el hospital Pablo Tobón Uribe.La triste noticia enluta al mundo del vallenato y a Colombia, donde sus inspirados éxitos marcaron épocas y páginas gloriosas del folclor nacional. Temas como El cariño de mi pueblo, Volví a llorar, Nido de Amor y Mujer Marchita están impresos en la memoria sonora de los amantes del género musical.Jorge Antonio Oñate González nació el 31 de marzo de 1949 en La Paz. Desde muy niño se caracterizó por su sensibilidad y habilidad para el canto. Descendiente de una cuna de acordeoneros, a los 12 años, cuentan, se volaba para colarse en las parradas y escuchar a los juglares.La influencia de Juan Oñate, su abuelo, fue fundamental para marcar su vocación. Otra gran influencia fue su tía Julia Martínez, que le alcahueteaba su amor por el vallenato y lo protegía de los castigos de la mamá, que no quería que tomara un mal camino.Queriendo alejarlo del ambiente de la parranda, Jorge Oñate fue trasladado a Bogotá, donde sin embargo lo siguió la inspiración. En la capital, tuvo contacto con su familiar Alonso Fenández Oñate, compositor, político y abogado, quien lo invitó a cantar.Así fue como empezó su espectacular e imparable carrera el ‘jilguero de América’. El acetato vio la luz en 1968 y fue producido por el estudio bogotano Vergara. La canción más notable fue ‘Campesina vallenata’, con la que se empezó a granjear una buena reputación por su entonación.Dos años después, Jorge Oñate se integró al grupo de los Hermanos López, con quienes empezó a cosechar grandes éxitos. Entre 1970 y 1975 grabó nada menos que ocho discos.Tras cumplir su etapa con los Hermanos López, Jorge Oñate grabo el disco ‘La parranda y la mujer’, de la mano de Emilianito Zuleta.Después vino su colaboración con Nicolás Colacho Mendoza, con quien sacó cuatro álbumes.En 1978 grabó con el ‘Chiche’ Martínez y ese mismo año empezó a cantar con Juancho Rois, una de las épocas más estelares de su producción musical. En 1981, con el disco Ruiseñor de mi valle, se ganó el título del ‘Ruiseñor del Cesar’.En su fructífera carrera Oñate alcanzó importantes premios: recibió en Las Vegas, en 2010, el Grammy a la excelencia musical. Además, ganó 10 Congos de Oro y un Súper Congo de Oro. En total, tuvo más de 25 discos de oro, así como muchos de platino y en 2011 se le concedió la Cruz de Boyacá.Paz en su tumba.
El Junior de Barranquilla, que venía de ganarle 2-0 a Millonarios, llegaba al encuentro contra Patriotas con la tranquilidad y el respaldo que el triunfo le había dado a su cuestionado cuerpo técnico comandado por el exdefensor de la Selección Colombia Luis Amaranto Perea.Por su parte, el conjunto ‘patriótico’ venia de ser derrotado por el Deportes Tolima, pero este sábado se levantó con una victoria en la décima fecha de la liga colombiana de fútbol.El primer tiempo fue dominado por el cuadro ‘barranquillero’. Sin embargo, el equipo de Amaranto fue incapaz de crear opciones claras que le permitieran abrir el marcador.En el segundo tiempo, Patriotas salió con otra actitud y fue en el minuto 55 cuando Héctor Solano disparó y logró vencer al portero Sebastián Viera, a partir de ahí todo fue cuesta arriba para el Junior que intentó, pero no logró llegar al empate.Con este resultado el Junior de Barranquilla es quinto con 16 puntos, mientras que, por su parte, Patriotas ocupa la posición 12 con 10 unidades.En la próxima fecha Junior recibirá al Atlético Bucaramanga y Patriotas jugará contra el América de Cali en Tunja.
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, tuvo un día con la agenda llena, ya que en horas de la mañana se reunió con diversos representantes de la comuna 11 de Medellín y, además, mostró cómo se divirtió saltando lazo.A través de un video compartido en Twitter, Quintero demostró sus habilidades atléticas al saltar la cuerda mientras realizaba maniobras que para muchos son complicadas, mientras el público en el lugar lo aplaudía, hecho que generó todo tipo de reacciones en redes sociales.La publicación del alcalde dividió opiniones y mientras unos elogiaban sus destrezas con humor, otros lo criticaron, e incluso, lo compararon con el presidente Iván Duque, recordando cuando el mandatario tocó guitarra.“El alcalde más atleta”, “yo trato de hacer eso y mínimo termino rompiéndome el tabique”, “lo suyo es el lazo y no la de gobernar”, “esto es lo mejor que he visto”, fueron algunos de los comentarios en redes sociales.Vea el video aquí: