Colombia, un país de espías y espiados: opinión de Ricardo Ospina
Los casos de chuzadas de los últimos años parecen una constante. El más reciente caso involucra a un general de la Policía en retiro.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Colombia es un país de espías y de espiados, en donde a unas personas les interesa saber de manera ilegal lo que hacen sus contrincantes o sus enemigos, en muchas oportunidades. Así lo pueden certificar decenas de casos recientes.
Como por ejemplo el del hacker Andrés Fernando Sepúlveda, que salpicó la campaña presidencial de 2014. O el de las "chuzadas" del DAS durante el gobierno del expresidente Alvaro Uribe, en el que hasta se le metió una grabadora a la Sala Plena de la Corte Suprema y se utilizó a una espía bella y voluptuosa para sacar expedientes. Incluso el espionaje a periodistas y líderes de opinión durante el proceso de paz con los paramilitares, además de otros casos similares.
El escándalo de hoy tiene varias particularidades: involucra a un general de la república, hoy retirado, como Humberto Guatibonza, quien durante años dirigió la lucha antisecuestro, fue el jefe de la policía en Bogotá y sonó recientemente para regresar al servicio activo y eventualmente asumir la dirección de la institución.
Esta red de "chuzadores" tenía un amplio portafolio de servicios, que iban desde interceptar llamadas, chats y seguir rutinas de personas de quienes se sospechaba su infidelidad, pasando por espionaje de abogados y jefes de seguridad de prestigiosas empresas contra sindicalistas y otros trabajadores, hasta llegar a temas gruesos en materia política. En total fueron encontradas 175 carpetas de víctimas de espionaje.
La madeja comenzó a desenredarse tras la captura el pasado 4 de agosto en Ipiales de los oficiales retirados del Ejército Quiroga y Jorge Humberto Salinas, quienes aparentemente, tenían una estructura que tenía como fachada una empresa, llamada JHS Consultores, dedicada según su sitio web, a asesorías para contrarrestar delitos transnacionales relacionados con secuestro, extorsión, narcotráfico, trafico de armas y terrorismo" y además "deslealtad laboral , el hurto, desfalcos, fuga de información, sabotajes, piratería terrestre, competencia desleal, espionaje, delitos informáticos, vulnerabilidad de comunicaciones y redes sociales".
Escuche completo este editorial: