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¿Cómo salir de una mala racha?

No creo en mala ni buena suerte. Creo en capacidades, habilidades, planeación, solidez de proyectos, buen manejo de emociones y en la ejecución serena y efectiva.

Alberto Linero
Alberto Linero
Foto: cortesía

Todos hemos tenido esas rachas en las que nadanos sale bien, en las que fallamos cada intento y aunque nos esforcemos y planeemos, aparecen dificultades que complican todo; los proyectos se caen como si fueran un castillo de naipes soplados por un huracán y terminamos con la sensación de que nada está bajo nuestro control.

Esos instantes en los que creemos que hemos caído en un período de “mala suerte”. Eso es lo que algunos amigos dicen, por ejemplo, que le está pasando al equipo de fútbol Millonarios, ya que después de una gran campaña a lo largo del año, en los últimos partidos no ha ganado y ha botado oportunidades de gol muy claras, encontrándose con que los remates pegan en los palos y no entran para que puedan cantar gol.

La verdad no creo ni en la mala ni en la buena suerte. Creo en las capacidades y habilidades que tenemos, la planeación que hacemos, la solidez de los proyectos, el buen manejo de las emociones y la ejecución serena y efectiva de lo que hemos planeado.

El psicólogo Richard Wiseman, luego de una serie de investigaciones, cree que “La suerte no es una habilidad mágica o el resultado del azar. Se trata de cómo pensamos y nos comportamos” cierro cita. Está convencido de que quienes tienen rachas de lo que llaman “buena suerte”, son personas que están haciendo bien por lo menos cuatro cosas: Aprovechan nuevas oportunidades, siguen su instinto, son optimistas, teniendo una gran autoeficacia y, a pesar de las situaciones difíciles que se encuentran, se mantienen positivos en la consecución de sus objetivos.

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En cambio, los que dicen tener “mala suerte”, desde lo que he leído y trabajado, se caracterizan por tener pésimo manejo de sus emociones, lo que los lleva a tomar decisiones apresuradas e incorrectas, se convencen de que no pueden controlar sus acciones, pierden confianza en sí mismos y terminan autosaboteándose con errores muy sencillos.

Cuando creamos que estamos en una mala racha, lo que tenemos que analizar es cómo estamos pesando, qué nos decimos a nosotros mismos y buscar equilibrio emocional que nos haga tomar las mejores decisiones.

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