El servicio de los policías tiene que ser asumido como una vocación
Este viernes, cuando se cumplen 130 años de la institución, vale la pena que todos reflexionemos en torno a varias actitudes necesarias para la vida.
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Tengo un aprecio muy grande por la Policía Nacional. Estudié mi bachillerato -en ese momento bachillerato comercial- en el colegio Nuestra Señora de Fátima en medio de la familia de esta gran institución. Vivo agradecido, no solo por esa experiencia, sino por el trabajo que nos prestan a los ciudadanos.
Conozco sus sacrificios, sus esfuerzos por cuidarnos y generar desde la legalidad los espacios seguros para que podamos realizarnos como los seres sociales que somos.
Sé que no han sido fáciles estos tiempos en los que algunos policías le han fallado a su deber, comportándose de forma contraria a la que uno espera de ellos. Eso ha generado que muchas personas cuestionen y rechacen la institución. Sin embargo, estoy seguro que son muchos más los hombres y mujeres que cumplen con el deber y son ejemplo de los valores necesarios para convivir pacíficamente.
Hoy, cuando se cumplen 130 años de que el Gobierno Nacional dictó el decreto 1000 de 1891, mediante el cual se organizó un cuerpo de Policía Nacional, vale la pena que todos reflexionemos en torno a varias actitudes necesarias para la vida:
1. Invito a no generalizar ni juzgar a la institución por unos individuos que no han hecho bien su trabajo. Agradezcamos lo que hacen y tratemos de ayudarles a que su labor pueda ser más eficiente, ya que eso nos beneficia a todos. Nada ganamos con hacerles el peor ambiente y creerlos enemigos de la comunidad.
2. También hacer un llamado a cada policía para que sea consciente de la responsabilidad que tiene y se esfuerce en cumplirla de la mejor manera posible. Así como les agradecemos, les recordamos que esperamos que cumplan su servicio de la mejor forma.
3. Entender que solo podemos construir una buena sociedad si somos capaces de respetar los derechos que todos tenemos, pero a la vez, comprometernos a cumplir nuestros deberes.
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A veces le pedimos a los otros que hagan lo que nosotros no queremos hacer. Entiendo que el servicio de los policías tiene que ser asumido como una vocación que trasciende la respuesta de la sociedad y se incrusta en el sentido de nuestra vida.
Escuche la reflexión de Alberto Linero en Mañanas BLU:
Entérese de los hechos más importantes de Colombia y el mundo:
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