"Homenaje” al 'Mono Jojoy' romantiza la barbarie, no hay derecho a relativizar lo execrable

Hace cinco años, más de diez mil hombres y mujeres pertenecientes a las Farc decidieron abandonar la lucha armada, 50 años después del surgimiento de esa guerrilla.La entrega de más de siete mil fusiles y la intención de la “guerrillerada” de reintegrarse a la legalidad produjeron un sentimiento de esperanza entre millones de colombianos, que sufrieron en carne propia los dolores de la guerra.Cinco años después, actos como el “homenaje” al “Mono Jojoy” por parte de algunos de los exjefes de la guerrilla y romantizar la barbarie del secuestro, como lo hizo la viuda de “Tirofijo”, Sandra Ramírez, siembran dudas sobre si hay un interés genuino por parte de los exmiembros de las Farc en reconciliarse con la sociedad.Horas después del escándalo, la senadora Ramírez rectificó lo que había dicho en BLU Radio, ofreció disculpas a las víctimas del secuestro y dijo que su intención no era revictimizarlas o justificar las actuaciones criminales de la antigua guerrilla.Sin embargo, la sociedad en pleno había expresado de manera unánime su repudio a las expresiones que se dijeron durante el acto en memoria de “Mono Jojoy”, particularmente las víctimas del secuestro, quienes rechazaron que Ramírez hubiera expresado que los secuestrados tenían ciertas comodidades mientras permanecieron en el monte contra su voluntad.Aunque las antiguas Farc tienen derecho a una narrativa histórica sobre su vida en la selva, no tienen derecho a relativizar los más execrables delitos que cometieron en ese lapso, como el secuestro, que marcó para siempre la vida de miles de hogares colombianos.En este momento histórico, es fundamental que además de reflexionar sobre los inaceptables homenajes a criminales de guerra, los antiguos jefes de las Farc aporten verdad plena ante la JEP frente a todos los delitos que cometieron, incluyendo el secuestro y el reclutamiento ilícito y forzado de más de 18 mil niños colombianos.Entérese de los hechos y noticias del momento en Colombia y el mundo: