Llegó el día del paro nacional: opinión de Ricardo Ospina
Las horas previas al comienzo de la jornada de protestas estuvieron marcadas por un mensaje del gobierno que combinó “zanahoria” y “garrote”.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Llegó el día del paro nacional, en medio de una gran expectativa y la tensión propia causada por recientes marchas que terminaron en disturbios, también con un ambiente enrarecido por noticias falsas que se movieron en redes sociales y con un contexto de mucha agitación en el vecindario de América Latina.
Lea también: Minuto a Minuto: así avanza el paro en las principales ciudades del país
Las horas previas al comienzo de la jornada estuvieron marcadas por un mensaje del gobierno que combinó “zanahoria” y “garrote”, por un lado el presidente Iván Duque reconoció anoche en una alocución por radio y televisión, “el valor de la protesta pacífica”, eso sí, advirtiendo que no van a permitir alteraciones del orden público.
El “garrote” provino en principio de un mensaje confuso con la inusual presencia de militares en las calles de Bogotá y de otras ciudades del país: a pesar de que el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, dijo que no se militarizará ninguna zona del país por cuenta del paro, algunos sectores consideraron esto como una provocación innecesaria.
Convierta a BLU Radio en su fuente de información preferida en Google Noticias.
Por otro lado, hay que decir que no salieron bien los allanamientos que hizo la policía en 27 sitios, por sospecha de presencia de explosivos, armas o panfletos invitando a cometer actos violentos durante la protesta.
Mientras el fiscal general Fabio Espitia admitió que varios de esos allanamientos fueron declarados ilegales por los jueces por considerar que no hubo nada ilegal en los sitios inspeccionados y se ordenó la libertad de uno de los dos capturados durante esas acciones, no hubo una explicación clara por parte de la Policía ni del Ministerio del Interior sobre las pruebas y el sustento para allanar sedes de colectivos culturales y medios de comunicación alternativos.
Pero ya todo eso es pasado. El presente es el llamado reiterado pero crucial para que hoy todos los ciudadanos decidan a conciencia si están o no motivados a marchar, eso sí, siempre de manera pacífica, cívica y tranquila.
Publicidad
Escuche aquí la editorial de Ricardo Ospina en Mañanas BLU.
Publicidad