Ayer, fue tendencia en las redes sociales un video de Andrea Valdiri, una influencer, muy buena bailarina, dando regalos a su hija. La verdad, creo que cada persona tiene derecho a tomar sus propias decisiones y a darle a sus hijos los regalos que quiera, pero también quiero aprovechar esta tendencia para hablarle a los padres de familia.
Estoy viendo que los padres de familia en su afán de ser buenos padres, porque creo que eso es lo que buscan, han perdido el límite de los regalos y buscan llenar de cosas materiales a sus hijos.
Nos encontramos con fiestas de cumpleaños para niños en las que se pierde todo el sentido de la realidad. Y los regalos se valoran según lo que cuestan: teléfonos caros, computadores, etcétera.
No estamos lejos que en cualquier momento en las fiestas de cumpleaños de los niños se regalen ferraris de sorpresa. Todo esto ocasiona lo que llaman los psicólogos el síndrome del niño hiperregalado que termina haciendo que los niños pierdan la ilusión, se vuelvan caprichosos egoístas y consumistas.
Vea aquí: ¿Demasiado lujo? Los ostentosos regalos de Andrea Valdiri a su hija en su cumpleaños
En su afán de ser buenos padres, muchos terminan siendo padres malcriadores, que llenan de regalos materiales y terminan haciendo infelices a sus hijos.
Creo que esta es una buena ocasión para que entendamos que los niños, mas que regalos caros, necesitan amor, disciplina y cercanía
Escuche esta columna de Alberto Linero en Mañanas BLU: