Reciclaje de capos de la mafia, otro lío del narcotráfico: opinión de Ricardo Ospina
El caso más reciente es el de Henry Loaiza, alias ‘El Alacrán’, uno de los más temidos jefes del cartel del Norte del Valle en los 80 y 90.
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Colombia sufre en carne propia las consecuencias de que un grupo de mafiosos la haya convertida paulatinamente en el principal productor de cocaína del mundo: masacres, atentados, paramilitares, guerrillas, sicarios, políticos financiados con la plata de la droga y un largo etcétera de problemas.
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Uno de los líos que tenemos hoy es el reciclaje de los capos de la mafia. Muchos de los cuales no fueron asesinados en vendettas entre carteles o no murieron en operativos de la Policía, terminaron extraditados en Estados Unidos o presos en Colombia y sus penas han comenzado a cumplirse, lo que hace que muchos de ellos salgan de la cárcel o regresen al país de nuevo a promover actividades ilegales.
El caso más reciente es el de Henry Loaiza, alias ‘el Alacrán’, uno de los más temidos jefes del cartel del Norte del Valle en los 80 y 90, responsable de la masacre de Trujillo en la que fueron asesinadas, por lo menos, 43 personas y decenas más fueron desaparecidas.
‘El Alacrán’, de manera inexplicable, ya tenía libertad condicional concedida por un juez de Ibagué.
Al parecer, Loaiza salió de la cárcel a seguir delinquiendo.
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