Como si fueran pocos los desafíos que tiene el Estado con los grupos violentos, ahora tendrá que poner en marcha una estrategia que le cierre la puerta al ‘reciclaje’ de masacres, desplazamiento forzoso, extorsiones y despojo de tierras que puede traer consigo el regreso al país de algunos de los más peligrosos criminales tras pagar penas en Estados Unidos.
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El caso más reciente es el de Carlos Mario Jiménez Naranjo alias ‘Macaco’, uno de los más sanguinarios jefes paramilitares, el hombre que impuso su ley a sangre y fuego desde Dosquebradas hacia todo Risaralda y luego expandió su emporio criminal hasta Putumayo y otras zonas con el llamado ‘Bloque Central Bolívar’ de las AUC.]
‘Macaco’ incluso tuvo aparentes vínculos con políticos risaraldenses, en hechos que todavía no han sido suficientemente esclarecidos, pero además de eso, fue expulsado de los beneficios de la ley de Justicia y Paz por su evidente incumplimiento con las víctimas y ahora, en la noche del sábado pasado, fue deportado desde Estados Unidos, en donde pagó una pena de 11 años por delitos relacionados con narcotráfico.
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En Colombia, a ‘Macaco’ le esperan procesos por más de 100 asesinatos y si bien hoy comenzará a rendir indagatoria ante fiscales de Derechos Humanos, inquieta mucho su regreso al país, porque su cercanía le permitiría, incluso, intentar la retoma, a punta de pistola y de delitos, sus actividades delincuenciales, desde la cárcel y “en cuerpo ajeno”.
El caso de ‘Macaco’ no es el único, recientemente han regresado al país otros peligrosos criminales como alias ‘Guacamayo’ y Víctor Patiño Fómeque, excapos del narcotráfico del norte del Valle, alias “HH” y “Gordo Lindo”, exparamilitares que también ya están en Colombia, entre muchos otros.
Incluso en Cali y el Valle se habla de la posibilidad de que varios asesinatos recientes en algunas zonas críticas de disputa de tierras y lujosos bienes, tengan relación con el retorno de otros exnarcos, tal vez menos visibles, pero igualmente peligrosos.
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