Viejos procesos judiciales, por fin, tienen solución
Álvaro Dávila, empresario detenido desde diciembre de 2012 por el llamado "carrusel de la contratación", finalmente supo que habrá fallo condenatorio en su contra.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Mientras el país sigue analizando opciones para la segunda vuelta presidencial y nos preparamos para sumergirnos en un mes de fútbol con el Mundial de Rusia, no solamente se conocen nuevos casos de corrupción, sino que también viejos procesos, finalmente tienen una solución judicial.
Comencemos por el principio: Álvaro Dávila, empresario detenido desde diciembre de 2012 por el llamado "carrusel de la contratación", finalmente supo que habrá fallo condenatorio en su contra.
Llama la atención la increíble demora del aparato judicial para concluir este caso. Han pasado cinco años y medio desde la captura de Dávila Peña y apenas se conoce el sentido de la sentencia, por los delitos de concierto para delinquir e interés indebido en la celebración de contratos.
Vea aquí: Migración de venezolanos, reto del próximo presidente: opinión de Ricardo Ospina
Según la justicia, esta demora se habría dado por cuenta de las maniobras dilatorias del mismo Álvaro Dávila, quien fue el enlace entre los hermanos Samuel e Iván Moreno y los primos Nule, unos y otros, responsables del saqueo de las finanzas de Bogotá.
Dávila adicionalmente habría sido el encargado de estructurar ilegalmente los contratos de la administración de Bogotá para darles una apariencia de legalidad.
Pero esta noticia no es la única vinculada con la corrupción, el CTI capturó a un funcionario judicial que trabajó en la Dirección Ejecutiva del Consejo de la Judicatura y ahora estaba como funcionario de apoyo en los juzgados de Paloquemao, quien habría tenido que ver con el aparente reparto irregular de decisiones en el caso Hyundai.
Publicidad