La carrera por la Casa de Nariño ya comenzó y uno de los nombres que busca posicionarse en el espectro de centro es el de David Luna. En entrevista con El Radar, el exministro y exsenador confirmó que ya entregó 1.300.000 firmas a la Registraduría, un respaldo ciudadano que calificó como “un voto de confianza sólido” en medio del desencanto con la política tradicional.
“La gente está mamada de la política, no cree mucho en lo que se propone, y aun así salió bajo el sol y la lluvia a firmar”, afirmó.
Luna explicó que su candidatura sigue una hoja de ruta clara: primero aumentar reconocimiento, luego recoger firmas —fase ya cumplida— y finalmente competir en una consulta en marzo. “Para eso son las primarias: para ver quiénes tienen capacidad de agrupar, de unir y de proponer”, señaló, insistiendo en que el país necesita un proyecto que supere la polarización.
Sobre esa consulta, confirmó un trabajo conjunto con Juan Manuel Galán y Mauricio Cárdenas, además de diálogos con figuras como Juan Daniel Oviedo y Aníbal Gaviria. El eje común, dijo, es la independencia política: “No tenemos jefe, no dependemos de ningún expresidente ni de ningún partido. El único jefe es el ciudadano”. A su juicio, se trata de una apuesta por el “sentido común, la sensatez y las decisiones basadas en evidencia”, con una clara vocación de renovación generacional.
Luna fue enfático en marcar distancia del Gobierno del presidente Gustavo Petro, aunque sin caer en la confrontación. “Hemos representado una oposición responsable y respetuosa. Yo dije desde el primer día: haré oposición, no daño”, recordó. En ese sentido, aclaró que su proyecto no es simplemente “antipetrista”, sino una alternativa distinta tanto a los extremos como al continuismo.
Al referirse a la decisión de Sergio Fajardo de no participar en ninguna consulta, Luna fue crítico pero respetuoso: “Lo admiro, pero creo que toma una decisión equivocada. Es mejor juntos que solos”. Para él, la idea de que los extremos “asfixian” al centro en las consultas es un mito; lo fundamental es inspirar y ejecutar. “Tengo 27 años en el servicio público, sin escándalos de corrupción, pero sobre todo con capacidad de ejecución”, subrayó.
En cuanto a las encuestas, Luna reconoció que reflejan “la foto de hoy”, pero recordó que esas imágenes cambian rápidamente. Citó ejemplos recientes en Colombia y la región para sostener que las campañas y las consultas pueden transformar el panorama electoral.
Finalmente, el exsenador delineó tres ejes centrales de su propuesta presidencial: la lucha frontal contra el hambre, el combate decidido al narcotráfico y una reforma urgente al sistema de salud. “Un millón y medio de colombianos se acuestan con una sola comida en un país rico en alimentos”, alertó. También propuso reducir en al menos 50 billones de pesos el gasto público, advirtiendo que el próximo gobierno recibirá un Estado “con la olla raspada”.
Aunque criticó la política de “paz total”, Luna reconoció algunos aciertos del gobierno Petro, como el aumento del subsidio a adultos mayores y el respeto a la oposición en actos institucionales. Con ese tono, cerró la entrevista reafirmando su apuesta por el diálogo y la construcción de mayorías: “No se trata de destruir al que piensa distinto, sino de entender los dolores de la gente y gobernar con experiencia”.