El domingo 31 de agosto, en Sala de Prensa de Blu Radio, el analista político Andrés Caro lanzó una reflexión que tocó fibras en medio de la agitada coyuntura electoral: “Colombia no puede quedar atrapada entre la ultraderecha y la izquierda más radical”. Su advertencia llega justo cuando se configuran los bloques para las consultas de octubre y los partidos tantean posibles alianzas.
El uribismo está entre homenajes y divisiones internas
Caro explicó que la entrada de Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado Miguel Uribe Turbay, al partido del Centro Democrático es más un gesto simbólico que una apuesta con futuro. “Es una manera de guardar los votos de Miguel Uribe dentro del Centro Democrático, no dejarlos ir a una derecha más extrema producto de la inconformidad tras el asesinato”, dijo.
Sin embargo, el experto fue contundente sobre las tensiones internas: “El Centro Democrático pareciera que se está desarmando. Hay una pelea entre María Fernanda Cabal y Álvaro Uribe, y además el expresidente intenta un dedazo con Juan Carlos Pinzón, que ni siquiera viene del uribismo”. Para Caro, aunque Miguel Uribe Londoño pueda ganar por recordación, su candidatura difícilmente trascenderá.
La izquierda, entre Cepeda y Quintero
En el otro extremo, Caro señaló que el Pacto Histórico enfrenta un dilema con la llegada oficial de Iván Cepeda y Daniel Quintero. Sobre Cepeda, afirmó: “Es el candidato soñado de la izquierda, porque logró su único triunfo tangible: el proceso contra Álvaro Uribe. Pero es un mal candidato para el centro y la derecha”.
En contraste, Quintero, exalcalde de Medellín, genera resistencias incluso dentro del petrismo. “Tiene un círculo de 43 imputados, ha sido señalado por corrupción y es una roncha difícil de tragar. Pero habrá que ver cómo se lo traga el Pacto Histórico”, advirtió. Según Caro, cualquiera de las dos opciones sería riesgosa para la izquierda: un líder ideológico sin arrastre mayoritario o un candidato con fuertes cuestionamientos éticos.
El centro es la clave, según experto
Ante la proliferación de candidaturas, Caro lanzó un mensaje claro: “Esto es un problema de mecánica y de incentivos. Las élites colombianas tienen que ponerse serias, escoger un mecanismo de unión y elegir un solo candidato de centro, idealmente antes de marzo. Esa persona le puede ganar a cualquiera de los extremos”.
El analista también advirtió sobre el desgaste de quienes usan las precandidaturas como trampolín: “Hay que dejar de premiar al excandidato presidencial que solo busca saltar al Senado o a un gremio. Colombia necesita alguien que piense en gobernar, no en escalar”.
En un país donde abundan aspirantes pero escasean consensos, la advertencia de Caro retumba: o el centro encuentra una voz fuerte y unificada, o el país podría quedar una vez más atrapado en la confrontación de los extremos.