En muchas familias, una de las oraciones más persistentes es por el futuro sentimental de los hijos. A partir del relato de Abraham en el capítulo 24 del libro de Génesis, el pastor César Castellanos nos recuerda que Dios tiene lo mejor para cada uno de nosotros.
Abraham no dejó esa decisión al azar: encargó a su criado, símbolo del Espíritu Santo, la misión de buscar una esposa para Isaac, y lo hizo bajo oración y dirección divina. Esa enseñanza cobra vigencia hoy, cuando tantos jóvenes buscan respuestas en medio de la confusión emocional. “Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo", menciona la cita.
El pastor relata cómo él mismo pidió señales al señor cuando conoció a quien hoy es su esposa. Lejos de dejarse llevar por la emoción, decidió apartarse para orar y ayunar, buscando confirmar si esa relación era parte del plan del señor. “Dios no da una media bendición, da una completa”, afirmó. Pero también advierte: no se puede jugar con los sentimientos de nadie, las relaciones basadas en la carne, la emoción o el capricho, terminan alejando al Espíritu Santo.
Por eso invita a los jóvenes a hacer pactos de consagración, a orar con sinceridad y a esperar el tiempo correcto. Conectar con Dios antes de conectar con alguien más es la clave. El Espíritu Santo no grita, susurra; pero quien aprende a escucharlo, no se equivoca.
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