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Dos años después, Mocoa no olvida la peor tragedia de su historia

Luego de 730 días, aún hay familiares buscando a sus seres queridos, niños que estarían extraviados. Los mocoanos no salen del duro impacto económico que produjo el siniestro.

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BLU Radio, Mocoa / Foto: BLU Radio

Era el último día del mes de marzo de 2017. Los mocoanos esperaban iniciar con normalidad el mes de abril, las lluvias sorprendieron tanto que desbordó los ríos Mulato y Sangoyaco, y una avalancha bajó por la quebrada La Taruca, acabando con más de cinco barrios en el noroeste de la ciudad.

La energía se fue y la gente pedía auxilio. Laura Montoya, habitante del barrio Los Pinos,

logró difundir desde su celular este mensaje: “Ayúdenos por favor, el agua se entró a mi casa se llevó todo, los equipos, el carro. Ayúdenos por favor”.

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Ya era la madrugada del 1 de abril y antes del amanecer la comunidad se dio cuenta de lo ocurrido. Muerte, desolación y destrucción. La situación era la misma para muchos afectados, como Nidia García.

 

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“La niña estaba allá, estaba durmiendo en el barrio San Miguel y la verdad no la encontramos”, recuerda. Otros se salvaron del impacto, como María Clemencia Ordoñez. “Mi hijo estaba en la casa y dice que cuando sintió la cama llenándosele de agua y el alcanzaba a salir corriendo”, contó.

El entonces presidente Juan Manuel Santos se enteró de la situación muy temprano ese mismo día y llegó a Mocoa. Horrorizado por la cantidad de víctimas, inició acciones para atender a los afectados. “Ayer llovió cerca de un 45% de lo que normalmente llueve en el mes de marzo”, explicaba en su momento.

La catástrofe no solo se llevó a más de 420 personas y más de mil viviendas, sino que también los servicios públicos, la energía, los acueductos y la telefonía; parecía el apocalipsis.

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Lo más duro para cientos de personas fue reconocer y enterrar a sus familiares,

muchas familias sepultaron incluso a quienes no eran sus seres queridos.

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A 730 días del desastre, familiares buscan a sus hijos que, según dicen, estarían extraviados, entre ellos el niño Yardel Correa, quien desapareció en el barrio San Miguel. Blanca Ximena Correa, su mamá, explica a BLU Radio que lo sigue buscando porque tiene “evidencia de que él está vivo, tengo cuatro listados donde él aparece vivo; yo conozco mi hijo y el niño que me entregaron era un niño indio y mi hijo es mono”.

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Sandra Muñoz busca a su hijo Yeison David: “¿Dónde está? No sé, lo único que sabemos es que está vivo”.

Laura Montoya, sobreviviente de la tragedia y activista, manifestó que son siete los niños que estarían extraviados. “Toda la recopilación que se ha hecho de información nos dice que los niños sobrevivieron y desaparecieron de albergues que estaban custodiados por instituciones”.

A dos años de la tragedia, esto dice hoy el alcalde de Mocoa, José Castro: “Al principio, reiterar nuestra gratitud con el país, aun nos falta mucho por hacer, pero también hay que reconocer el gran esfuerzo del gobierno nacional; con ellos y de la mano de las instituciones, estamos avanzando. Son dos años apenas, esto demorará muchos años más porque esto fue descomunal”.

El proceso de reconstrucción ha sido lento, 300 viviendas, los puentes de la Avenida 17 de Julio sobre el río Mulato y el más importante en el Río Sangoyaco, avance significativo en la construcción del nuevo hospital, algunas aulas escolares, entre otras acciones.

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Los grandes retos para los mocoanos es que las autoridades recuperen el servicio del acueducto, afectado en los últimos días por el siniestro del río Mulato, al que tres derrumbes volvieron turbia el agua que llegaba a los hogares. El proyecto tiene un costo que supera los $5.000 millones y que 906 familias por fin puedan tener las viviendas proyectadas por el Gobierno.

 

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