La reciente jornada de la Noche de las Velitas dejó un saldo de 24 personas lesionadas por el uso de pólvora en Bogotá, una cifra que, aunque representa una reducción sustancial frente a temporadas anteriores, fue calificada como "inaceptable" por el Subsecretario de Salud Pública, Julián Fernández. Del total de casos acumulados reportados al último corte, 23 de los lesionados ocurrieron durante la celebración de las velitas.
Fernández enfatizó que la presencia de tan solo una persona o un niño lesionado por pólvora es un "fracaso como sociedad". Aunque la ciudad registró una disminución importante de casos, pasando de 63 en la temporada anterior a 24 en la actual (y 38 en 2023-2024), la administración distrital no se siente satisfecha.
Cifras de lesionados
Los datos más recientes muestran que ha habido una reducción sustancial de lesionados en comparación con las dos temporadas anteriores. Sin embargo, la preocupación se centra en la vulnerabilidad de las víctimas. El Subsecretario de Salud Pública reveló que, como administración, les duele particularmente tener cuatro casos en menores de 5 años. Estos son niños que apenas están aprendiendo a caminar y muchos de ellos son espectadores afectados mientras transitan por el espacio público.
El funcionario fue enfático al advertir que "no hay forma inofensiva de pólvora". Existe la percepción errónea de que solo artefactos grandes como los volcanes son peligrosos, pero muchos de los accidentes ocurren con elementos como totes y voladores. De hecho, el primer quemado registrado en la temporada ocurrió a causa de una chispita mariposa.
En Bogotá y en el resto del país, la manipulación de pólvora está restringida a profesionales que cuenten con autorización del cuerpo especial de bomberos para llevar a cabo espectáculos técnicos o profesionales. La ley también restringe la venta a menores de edad, las ventas ilegales y las ventas a personas en estado de embriaguez, aunque el Subsecretario expresó que sería partidario de una ley más estricta que restrinja del todo la venta.
El subsecretario Fernández hizo un llamado urgente a la responsabilidad de los adultos, señalando que los niños no queman pólvora por decisión propia, sino que son los adultos quienes les están "enseñando a jugar con fuego".
Un punto de dolor crucial es el temor de algunos padres a llevar a sus hijos lesionados al hospital por miedo a las represalias o a que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) intervenga. El Subsecretario recordó que no llevar al niño a recibir atención médica constituye una violación a los derechos de la niñez y es un agravante. Además, la falta de atención oportuna puede dejar secuelas, discapacidades, infecciones, o incluso resultar en un incidente mucho más grave.
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