Organizador de marchas asegura que era una fiesta: “No fue vandalismo, fue una movilización festiva”
Lo ocurrido se enmarca en la Cumbre Nacional Popular, un encuentro de tres días que reunió a líderes sociales, jóvenes, activistas indígenas y representantes de 15 ciudades del país.
La jornada de este lunes en Bogotá dejó preocupada a toda la ciudadanía. Aunque en la mañana el norte de la ciudad amaneció con cuadrillas de trabajadores limpiando paredes, cajeros automáticos y estaciones de TransMilenio, aún permanecían huellas de los grafitis y daños que dejó la llamada “marcha carnaval”. El recorrido arrancó en la Universidad Pedagógica, en la calle 72, y terminó en la zona de la calle 82, donde decenas de locales y edificios fueron cubiertos con consignas.
Lo ocurrido se enmarca en la Cumbre Nacional Popular, un encuentro de tres días que reunió a líderes sociales, jóvenes, activistas indígenas y representantes de 15 ciudades del país. Bajo el lema “¿La ciudad para quién?”, la cumbre buscaba reflexionar sobre un modelo alternativo de ciudad y terminó con la movilización que dividió opiniones en la capital.
Fue protesta o vandalismo en Bogotá
En entrevista con Mañanas Blu, Esteban Romero, uno de los organizadores, rechazó que lo sucedido sea catalogado como destrucción. “No fue vandalismo, fue una movilización festiva”, aseguró. Según él, la jornada estuvo acompañada de chirimías, arengas y expresiones artísticas que buscaban visibilizar problemas como el alto costo del transporte, los procesos de gentrificación en barrios tradicionales y la precariedad de la economía popular.
Para Romero, algunos medios han querido “viralizar imágenes” aisladas, como los grafitis que decían “muerte al burgués”, mientras que el sentido de la movilización fue resaltar los malestares urbanos que afectan a millones de colombianos. “La gente reconoció que la marcha tenía una potencialidad para enfrentar su malestar, porque son problemas reales de vivienda, transporte y economía popular”, añadió.
Vandalizaron estación y bus de TransMilenio
Foto: suministrada
Debate por la gentrificación y el transporte
Uno de los puntos más reiterados en la entrevista fue la gentrificación. Romero explicó que se trata de procesos de renovación urbana que desplazan a comunidades históricas hacia las periferias, un fenómeno que, según él, no es exclusivo de Bogotá, sino global. Aseguró que las consignas pintadas en muros y estaciones son una forma de poner en debate temas como el aumento en los precios de los arriendos y la exclusión en el acceso a la vivienda digna.
También insistió en que la protesta buscaba visibilizar el malestar frente al sistema de transporte, que calificó como “altamente privatizado” y pensado más en las ganancias de unos pocos que en la dignidad de los usuarios.
Gobierno Nacional no tendría anda que ver
Romero fue enfático en señalar que la Cumbre Nacional Popular no tiene vínculos con partidos ni con el gobierno de Gustavo Petro. “Es un proceso autónomo, independiente de este y de cualquier otro gobierno”, afirmó, ante cuestionamientos sobre coincidencias entre las consignas de la protesta y algunas banderas del petrismo.
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A pesar de los cuestionamientos, los organizadores anunciaron que las conclusiones de la cumbre derivarán en una agenda de movilización para los próximos meses, con demandas sobre vivienda, tierra, suelo urbano y condiciones dignas para las economías populares.
El contraste entre los destrozos que tuvieron que asumir comerciantes y residentes, y la defensa de los organizadores de la marcha como un acto “festivo”, refleja la tensión sobre los límites entre protesta social y vandalismo en la capital.