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Bogotá podría enfrentar un racionamiento de agua aún más riguroso debido a la falta de lluvias y al descenso del nivel de los embalses que abastecen la ciudad. La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, lanzó una dura advertencia y señaló que la falta de medidas inmediatas podría agravar la situación hídrica en Bogotá.
La escasez de precipitaciones ha sido más pronunciada de lo esperado. Se prolongaron hasta el mes de octubre sin la presencia del fenómeno de La Niña, lo que ha incrementado las preocupaciones sobre el abastecimiento de agua.
"Si no actuamos ahora, el embalse de Chuza podría estar en un nivel crítico del 22% para diciembre", advirtió la ministra Muhamad. Esta cifra representa una amenaza significativa, ya que el sistema de embalses de Chingaza, del cual depende el 70% del suministro de agua de Bogotá, no estaría preparado para afrontar la temporada seca que tradicionalmente ocurre entre enero y abril.
Frente a este escenario, Natasha Avendaño, gerente del Acueducto de Bogotá, reafirmó la gravedad de la situación y resaltó la importancia de retomar las medidas de ahorro de agua que la ciudadanía implementó a comienzos de año.
"Hace un par de semanas estuvimos alertando sobre la necesidad de volver a una senda de consumo responsable. Agosto fue el mes más seco en los últimos 55 años, lo que ha provocado un descenso notable en el nivel del sistema Chingaza", señaló Avendaño en entrevista para Mañanas Blu, con Néstor Morales.
Algunas de las recomendaciones clave incluyen reducir el tiempo en la ducha a tres minutos, reutilizar el agua en actividades domésticas, como la descarga del inodoro, y evitar el uso de mangueras para lavar carros o regar jardines.
"Lo importante es que la ciudadanía sea consciente de cada gota que utilizamos. Pequeñas acciones, como cerrar la llave mientras nos lavamos los dientes o usar la lavadora solo con cargas completas, pueden marcar una gran diferencia", subrayó Avendaño.
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El Ministerio de Ambiente y la Comisión de Regulación de Agua Potable están evaluando la implementación de medidas adicionales para mitigar los efectos de la sequía. Una de las propuestas más destacadas es la reducción del consumo mensual permitido, ajustándolo a 12 metros cúbicos para los estratos del 1 al 4, y a 9 metros cúbicos para los estratos 5 y 6.
"Estamos evaluando medidas más restrictivas porque ya estamos viendo un cambio en el comportamiento de consumo, y si seguimos la trayectoria actual, estaríamos en una situación alarmante para diciembre", agregó la gerente del Acueducto.
Además, se intensificarán los controles a grandes superficies y concesionarios que adquieren agua en grandes volúmenes, con el fin de asegurar un uso más eficiente del recurso. "Es fundamental identificar y controlar el desperdicio de agua, ya sea por fugas o por malos hábitos de consumo", explicó Avendaño.
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La advertencia del Ministerio de Ambiente se basa en los informes emitidos por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), que confirmó que el fenómeno de 'La Niña' no se materializará en los próximos meses, lo que prolongará la temporada seca.
"Ya vimos que el mes de agosto tuvo precipitaciones por debajo del 45% del promedio histórico. Esto nos ha llevado a intensificar el llamado a reducir el consumo", indicó Avendaño.
La falta de lluvias ha generado no solo problemas de suministro de agua, sino también el aumento de incendios forestales en varias regiones del país.
"La sequía ha provocado escenas similares a las que vivimos a principios de año, con incendios en zonas rurales y una creciente preocupación por la disponibilidad de agua en áreas críticas", agregó la ministra Muhamad.
Si no se aplican medidas de ahorro con urgencia, el impacto podría sentirse más allá de la actual temporada seca. Según el Ministerio de Ambiente, en los próximos tres años se podría presentar un fenómeno de no llenado total de los embalses, lo que agravaría aún más la situación estructural del sistema de Chingaza.
"Estamos ante un problema estructural que, combinado con fenómenos climáticos extremos, podría comprometer seriamente la capacidad de abastecimiento de la ciudad", afirmó Muhamad.
Ante este panorama, las autoridades han hecho un llamado a la cooperación ciudadana y a un cambio en los hábitos de consumo.
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"Debemos actuar con responsabilidad y solidaridad. Cada bogotano puede contribuir con acciones cotidianas para preservar este recurso vital", concluyó Avendaño.
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