Cae red que producía licor "chimbo" en Atlántico; encontraron 1.000 botellas adulteradas
En total fueron capturadas 14 personas que harían parte de esta banda, entre ellos su cabecilla.
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Una redada de la Policía, que incluyó 14 allanamientos en Barranquilla, Sabanagrande, Palmar de Varela y Sabanalarga, logró desmantelar la banda ‘Los Imitadores’ que fabricaba aguardiente, ron y whisky adulterados y falsificaba estampillas oficiales para darles apariencia de legalidad a estas bebidas alcohólicas chimbas.
Durante el operativo, las autoridades lograron incautar 1.000 botellas de licor de diferentes marcas adulteradas, 1.300 estampillas falsificadas para bebidas alcohólicas, 900 anillos de seguridad fraudulentos, 640 etiquetas apócrifas, 1.430 dosificadores ilegales, 180 litros de alcohol puro y 15 teléfonos celulares.
El general Edwin Urrego, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, confirmó que en total fueron capturadas 14 personas que harían parte de esta banda, entre ellos su cabecilla, quienes ejercían “diferentes roles especializados, incluyendo proveedores de botellas recicladas, falsificadores de estampillas, tapas, dosificadores y etiquetas, así como quienes abastecían el alcohol y demás insumos para la elaboración rudimentaria y antihigiénica del licor”.
El señalado cabecilla es Carlos Arturo López Caro, alias 'Pelo de Puya', quien se encargaba de financiar la compra de insumos y comercializar el licor adulterado, obteniendo la mayor parte de las ganancias ilícitas.
Durante la investigación, que se llevó a cabo mediante actividades encubiertas, se logró conocer de tres inmuebles, dos de ellos en la ciudad de Barranquilla y uno más en Sabanagrande, los cuales eran utilizados para la fabricación de este licor.
Los capturados deberán responder por delitos como concierto para delinquir, imitación o simulación de alimentos, productos o sustancias, y falsificación de efectos oficiales timbrados.
Según cifras de la Secretaría de Hacienda del Atlántico, para el año 2024, la comercialización de licor adulterado habría afectado la percepción de rentas departamentales en más de 100.000 millones de pesos, recursos destinados al fortalecimiento del sistema de salud de la región.