Habitantes de tres comunas en Buenaventura, confinadas o desplazadas por violencia en las calles
La iglesia Católica pide a las bandas criminales retomar la tregua en el distrito para recuperar la seguridad.
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La violencia nuevamente afecta a los habitantes del casco urbano de Buenaventura, especialmente a quienes residen en las comunas 10, 11 y 12. Estas familias se ven obligadas a tomar una decisión, teniendo únicamente dos alternativas: confinarse en sus viviendas cuando en el momento en el que se pone el sol, o abandonan sus casas para evitar el riesgo, viviendas que después son ocupadas por los mismos miembros de estas bandas criminales.
Desde la finalización de la tregua entre 'Shottas' y 'Espartanos' hace varios meses, el temor ha regresado a la cotidianidad de la comunidad bonaverense, a pesar de las diferentes intervenciones de las autoridades, que lograron frenar la comisión de homicidios durante un tiempo, sin embargo, no disminuyó su percepción de inseguridad.
"El confinamiento no solo está afectando al sector rural de Buenaventura sino también el casco urbano, lo que es comuna 11, 12, la 10 se han venido presentando situaciones de homicidios, de amenazas a líderes, lo que han llevado al confinamiento o al abandono de sus viviendas", advirtió el personero de Buenaventura, Carlos Jefferson Potes.
Por su parte, el obispo del distrito, monseñor Rubén Darío Jaramillo, le pidió a las bandas criminales retomar la tregua, con el fin de recuperar la seguridad en la ciudad, "estamos tratando de seguir haciendo esfuerzos para volver a reunificar las treguas en (busca) de la paz y la tranquilidad".
El confinamiento y desplazamiento en el área urbana de Buenaventura se suma a la problemática de la zona rural, donde más de 140 familias permanecen encerradas en sus viviendas desde hace varias semanas por los constantes enfrentamientos entre grupos armados ilegales.