No más labios partidos por el frío: los mejores tips para mantenerlos suaves e hidratos
En esta temporada de lluvias y mucho frío por la noche los labias son una de las partes que más sufren. Estos son algunos consejos.
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Con la llegada de la temporada de fin de año, las calles se llenan de luces, celebraciones y el inconfundible aroma de bebidas calientes.
Sin embargo, mientras disfrutamos del clima frío y de nuestros outfits más abrigados, hay una parte del cuerpo que suele sufrir silenciosamente: los labios.
Su piel, más fina y sensible que la del resto del rostro, se enfrenta sin protección al viento, a las bajas temperaturas e incluso al sol invernal, lo que favorece la resequedad, las grietas y la sensación de tirantez.
Para evitar todo esto, es clave reforzar su cuidado durante estos meses. A continuación, le contamos cuáles son los hábitos infaltables para mantener unos labios suaves, saludables y listos para lucirse en cada reunión navideña.
En diciembre solemos maquillarnos con más frecuencia, y los labios suelen ser protagonistas de looks festivos cargados de color. Sin embargo, aplicar labiales varias veces al día, sobre todo si son mate o de larga duración, puede acelerar la resequedad.
La recomendación es preparar los labios antes del maquillaje aplicando un bálsamo transparente que aporte hidratación. Esto crea una base más suave y reduce la fricción del labial.
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Al final del día, retírelo todo con un desmaquillante bifásico usando un pad de algodón. La combinación de agua y aceite permitirá remover incluso los pigmentos más intensos sin necesidad de frotar. Y si quiere evitar la resequedad por completo, opte por tintas ligeras, brillos labiales o fórmulas cremosas, más amigables con la piel.
La exfoliación es el secreto para unos labios naturalmente suaves. Este paso elimina la acumulación de células muertas que pueden hacerlos ver blanquecinos o cuarteados.
Realícela entre una y dos veces por semana, preferiblemente en las noches. Utilice un exfoliante suave casero o comercial y masajee con movimientos delicados durante tres minutos, tanto en los labios como en su contorno. Después, enjuague con agua tibia y selle el proceso con un bálsamo hidratante.
Si hay un producto que nunca debe faltar en su bolsillo entre octubre y enero, es un buen bálsamo labial. Busque aquellos que contengan ingredientes humectantes como manteca de cacao o aceite de coco. Su textura ayuda a crear una barrera protectora que mantiene la humedad natural y evita las grietas.
Y recuerde: humedecer los labios con saliva solo empeora la resequedad. Al contacto con el aire y el frío, la saliva se evapora rápidamente y genera irritación.
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Lo ideal es reaplicar el bálsamo cada vez que sienta tirantez o malestar. Sus labios se lo agradecerán.