¿Qué hacer en caso de intoxicación por fosfina, gas que mató a familia en hotel de San Andrés?
El caso de la familia bogotana que tristemente murió en una habitación de un hotel en San Andrés seguirá en investigación. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. esta es una intoxicación muy extraña.
La incertidumbre que rodeó el misterioso fallecimiento de una familia bogotana en un hotel de San Andrés tiene un nuevo capítulo con una revelación: se trató de una intoxicación por exposición a fosfina, un gas altamente tóxico utilizado en labores de fumigación.
Esta intoxicación con fosfina fue la causa de muerte de Viviana Canro, Tito Nelson Martínez y su hijo Kevin, de tan solo 4 años. Este trágico hecho, ocurrido en el Hotel Portobello, abre la puerta a una investigación de por qué se usó este químico y qué responsabilidades hay.
La confirmación de la intoxicación aérea por fosfina corrobora los testimonios iniciales de la familia sobre el extraño hedor. La fosfina es un gas incoloro, inflamable y altamente tóxico, conocido por su olor desagradable, similar al de un pescado podrido o al ajo, según lo detalla la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades.
La principal hipótesis de las autoridades sobre muerte de familia bogotana en San Andrés.
Foto: Captura de redes sociales
Este compuesto químico (PH₃) se emplea principalmente como insecticida y fumigante en silos de granos debido a su capacidad para eliminar plagas incluso en bajas concentraciones. Su manipulación requiere estrictas medidas de seguridad, ya que su inhalación puede causar dolor de cabeza, náuseas, dificultad respiratoria, daño en órganos vitales e incluso la muerte.
El AlP se utiliza comúnmente como pesticida en países en desarrollo debido a su economía, eficacia y la ausencia de residuos tóxicos. La toxicidad humana suele producirse por la ingestión de AlP, aunque también puede ocurrir por inhalación (menos frecuente) o absorción cutánea (rara).
Mecanismo y síntomas de la intoxicación por fosfina:
Tras la ingestión, el AlP reacciona con el ácido clorhídrico del estómago, liberando gas fosfina, que se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal.
La fosfina provoca efectos tóxicos sistémicos que afectan al corazón, pulmones, riñones e hígado, manifestándose con arritmias cardíacas graves, shock intratable, acidosis y edema pulmonar.
Además de una acción corrosiva, el gas causa fallo de la respiración celular al afectar las mitocondrias, inhibir la citocromo C oxidasa y formar radicales hidroxilo altamente reactivos. También se sugiere lesión celular por peroxidación lipídica.
En intoxicaciones leves, las manifestaciones clínicas comunes incluyen náuseas, vómitos repetidos, diarrea, cefalea, malestar o dolor abdominal y taquicardia. Estos pacientes suelen recuperarse.
En intoxicaciones moderadas a graves, los signos y síntomas iniciales afectan los sistemas gastrointestinal, cardiovascular, respiratorio y nervioso. Posteriormente, pueden presentarse insuficiencia hepática y renal, así como coagulación intravascular diseminada.
Las manifestaciones tóxicas suelen presentarse en pocos minutos tras la ingestión.
Diagnóstico de la intoxicación:
El diagnóstico de intoxicación por AlP a menudo se basa en la sospecha clínica o en los antecedentes informados por el paciente o sus acompañantes.
Es crucial diferenciar las "tabletas de arroz" de AlP de otras elaboradas con productos herbales, ya que el manejo es distinto.
Una prueba sencilla y eficaz para confirmar la presencia de fosfina es el test de papel impregnado con nitrato de plata en el contenido gástrico o en el aliento. Si hay fosfina, el papel se vuelve negro debido al fosfato de plata. Se pueden usar métodos adicionales con papel de acetato de plomo y solución de molibdato de amonio para confirmar y diferenciar de otras sustancias.
No se recomienda el análisis químico de fosfina en sangre u orina, ya que se oxida rápidamente.
La cromatografía de gases con un detector de nitrógeno-fósforo es la prueba más específica y sensible, utilizada para el análisis de muestras recogidas durante la autopsia.
Ante la sospecha o confirmación de intoxicación por fosfina, la acción inmediata es crucial, especialmente considerando su alta toxicidad y la rapidez con la que actúa, según comenta la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.:
Busque atención médica de emergencia de inmediato: La intervención temprana es fundamental, ya que no existe un antídoto específico. No espere a que los síntomas empeoren o a un diagnóstico confirmatorio.
Alejarse de la fuente de exposición: Si percibe un olor inusual o hay sospecha de fumigación, como el "olor particular" reportado por la familia en San Andrés, abandone el área inmediatamente y solicite asistencia o un cambio de ubicación seguro. La fosfina es un gas altamente tóxico y su inhalación puede ser fatal.
Informar al personal médico sobre la posible exposición: Proporcione toda la información relevante sobre cómo pudo haber ocurrido la exposición (por ejemplo, ingestión de pesticidas, inhalación de gases en un área fumigada).
Prepararse para el tratamiento de soporte: Los médicos se centrarán en mantener las funciones vitales del cuerpo, tratar los síntomas y estabilizar al paciente. Esto puede incluir reanimación, monitorización intensiva y terapias para manejar problemas cardíacos, pulmonares, renales o hepáticos.
Evitar la auto-medicación: Dada la complejidad de la intoxicación y la falta de un antídoto, cualquier intento de auto-tratamiento puede ser contraproducente.
Manipulación segura de pesticidas: Es fundamental que las sustancias como el fosfuro de aluminio, que libera fosfina, sean manejadas por profesionales capacitados siguiendo estrictas medidas de seguridad.