Síndrome de la felicidad obligatoria: por qué diciembre agota la salud mental
Para evitar un colapso emocional, los expertos sugieren establecer un "presupuesto emocional", es decir, decidir cuántos eventos puede manejar sin agotarse.
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Diciembre es una época de contrastes en Colombia. Mientras las calles se llenan de luces y eventos, miles de personas enfrentan una presión invisible por aparentar entusiasmo, a pesar del cansancio acumulado tras doce meses de trabajo. Este fenómeno, conocido como el síndrome de la felicidad obligatoria, se ha intensificado en 2025, convirtiendo las festividades en una fuente de estrés y agotamiento emocional.
La situación no es menor. Según cifras recientes, el Ministerio de Salud declaró la salud mental como una prioridad nacional este año. En Bogotá, las intervenciones psicológicas crecieron un 41 % respecto al periodo anterior, y el grupo más afectado son los adultos entre 29 y 59 años, quienes asumen la mayor carga de cierres laborales y compromisos financieros de fin de año.
Se espera que todos estén alegres aun cuando llegan con un año entero de cansancio emocional y físico encima. Esa presión puede terminar en una saturación psicológica preocupante
Más allá de las reuniones sociales, la economía juega un papel determinante. Datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico indican que el gasto en esta temporada superó los $38 billones de pesos, lo que genera una presión financiera que afecta directamente el ánimo de los hogares.
A esto se suma la influencia de las redes sociales. La exposición constante a imágenes de celebraciones perfectas genera una sensación de insuficiencia. Para López, esta narrativa es injusta con quienes atraviesan duelos o rupturas: "En esta época la comparación se dispara. Parece que todos viven una Navidad ideal, menos uno".
Los especialistas señalan seis señales de alerta para detectar si la presión de la temporada está afectando su bienestar:
Para evitar un colapso emocional, los expertos sugieren establecer un "presupuesto emocional", es decir, decidir cuántos eventos puede manejar sin agotarse. Aprender a decir "no" a ciertas invitaciones y reducir el consumo de redes sociales son pasos fundamentales para proteger la salud mental.
Hablar con alguien capacitado no es señal de debilidad, sino de madurez emocional. Nadie debería atravesar diciembre sintiéndose obligado a fingir tranquilidad