Se conoce nueva denuncia contra defensor del pueblo por acoso sexual

En el texto, y con previa autorización de la mujer, se hacen públicos varios mensajes de chat que Otálora envió a Astrid en que se evidencian presuntas intenciones malsanas para con su subalterna. (Lea también: El defensor del Pueblo, ¿un acosador laboral? Columna de Daniel Coronell) “En un chat, él empieza alabando su belleza: ‘Muy bonita tu foto’. Ella, tratándolo de usted, le pide no hacerle comentarios personales. Y él unas frases después concluye: ‘Solo quiero que tengas claro que TQM’”, escribe Coronell, previo a revelar un escandaloso detalle del trato que Otálora habría mantenido con su empleada. En una ocasión, “el defensor del pueblo le mandó dos fotos a su subalterna. La primera es un selfi en pantaloneta y camiseta en la terraza de su apartamento en los cerros nororientales de Bogotá. La segunda imagen muestra la misma terraza pero desde otro ángulo, la hamaca de la fotografía anterior está en el fondo. Se ven las piernas de un hombre desnudo, la mano izquierda empuñando el pene, mientras se toma la selfi con la derecha”. Según le relata la mujer al periodista, nunca denunció los hechos por miedo a sufrir represalias. Esta situación sería reiterativa en el funcionario público, pues Coronell afirma tener en su poder evidencias “de que el doctor Otálora ha acosado y usado lenguaje sexualmente explícito, sugerente y vulgar con otras subalternas”. (Lea también: Renunció secretaria de Defensoría por “violencia y maltrato laboral” de Otálora) “Las pruebas se siguen acumulando contra el abusador que ostenta el cargo de defensor del pueblo sin que ninguna autoridad haga nada por detenerlo”, sentencia el comunicador. Blu Radio se comunicó con Jorge Armando Otálora, quien no se refirió al tema pero sí confirmó que en el momento que considere pertinente hará un pronunciamiento frente a esta denuncia. El pasado 20 de noviembre, tras hacer pública días antes una denuncia por acoso laboral, Astrid Helena Cristancho renunció a su cargo como secretaria privada de la Defensoría del Pueblo, reiterando ser víctima de maltrato. “Me encontré desde el principio con una inclemente violencia verbal, sicológica, gritos, zapateos, manoteos, amenazas, pataletas, malos tratos en general. Este comportamiento es denigrante no solo para mí sino para muchos de mis compañeros”, dice la misiva que entregó al momento de abandonar su cargo.