El contundente mensaje de Juan Pablo Ángel sobre su hijo Gero, participante del Desafío
El exfutbolista reveló cómo crió a su hijo lejos del fútbol: disciplina, amor y el difícil momento de enviarlo solo a EE.UU. a los 13 años.
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En el Desafío Siglo XXI, uno de los participantes más comentados es Gerónimo "Gero" Ángel, hijo del icónico exfutbolista colombiano Juan Pablo Ángel. En una entrevista íntima en el podcast La Terraza de Baco, Juan Pablo y Gero hablaron sobre la unión familiar, la disciplina y los sueños.
El exdelantero, conocido por su carrera en equipos como Atlético Nacional, River Plate y Aston Villa, confesó que, aunque su vida siempre estuvo marcada por el fútbol, nunca presionó a sus hijos para seguir sus pasos. "Nunca quise que mis hijos fueran futbolistas. Para mí, lo importante era que encontraran su pasión y la persiguieran con todo", aseguró Ángel.
Gero, por su parte, reveló que desde pequeño su corazón latía por el arte: "En Londres, cuando era niño, me enamoré de la música viendo MTV Hits. Bailaba y cantaba, y ahí supe que mi camino no era el deporte".
Uno de los momentos más reveladores de la conversación fue cuando Juan Pablo habló sobre su rol como padre: "Nunca he querido ser amigo de Jerónimo. Soy su papá, y mi deber es guiarlo, no ser su parcero".
A pesar de su estilo firme, el exjugador destacó que siempre apoyó a su hijo en su carrera artística, incluso cuando eso significó enviarlo a un internado en EE.UU. a los 13 años: "Fue la decisión más difícil, pero también el mayor acto de amor. Sabía que allá podría desarrollar su talento".
Gero Ángel es un cantautor en ascenso, con formación en la New York University School of the Arts y tres años de carrera en la música. Su estilo mezcla pop, dance y esencia latina, buscando crear un sonido único.
"Quiero contar historias que no se han contado, darle voz a lo que falta en la industria", explicó. Juan Pablo, aunque admite que el mundo del espectáculo es muy distinto al fútbol, ve similitudes en la exigencia: "Le digo que enfrente su carrera como alto rendimiento: disciplina, resiliencia y controlar lo que sí puede controlar".
El exfutbolista se quebró al recordar el día que dejó a Gero en el internado: "Fue durísimo. Él era un niño, y yo me monté en el avión sintiendo que lo abandonaba". Sin embargo, hoy reconoce que fue la mejor decisión: "Veo al hombre en el que se convirtió y sé que valió la pena".
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