El documental que cuenta la vida de Rodrigo Lara Bonilla, “el hombre que intentó salvar a Colombia”
El documental también aborda las profundas críticas sobre la impunidad y la investigación del asesinato del exministro Rodrigo Lara Bonilla.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
El documental ‘Lara: el hombre que intentó salvar a Colombia’, que relata la vida del entonces ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y también los esfuerzos de su hijo Jorge Lara Restrepo, fue galardonado recientemente en el Festival de Cine de Portobello en Londres.
Paulo José Lara Restrepo, presidente y cofundador de la Fundación Jorge Lara Restrepo e hijo del exministro, compartió los "sentimientos encontrados" que rodean este reconocimiento internacional.
Si bien es un "reconocimiento muy lindo" que muestra que la "reconciliación es posible," también genera tristeza el hecho de que la familia Lara Restrepo, los hijos de Rodrigo Lara Bonilla, sientan que a veces no se le ha dado la importancia necesaria al caso de su padre en Colombia.
En diálogo con Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, Lara destacó que han encontrado "más apego” por otros países, por otras personas que, a veces, en Colombia. Esta falta de reconocimiento contrasta con el hecho de que, generalmente, lo que se hace es "glorificar al a los narcotraficantes", a pesar de que Rodrigo Lara Bonilla fue "un héroe porque los enfrentó con todo y perdió la vida por eso".
Jorge Lara Restrepo, uno de los hijos del ministro, es una figura central en la narrativa del documental. Él buscó "restaurar el tejido social que revienta el narcotráfico". Jorge, descrito como una persona "supremamente inquieta," emprendió un viaje a través de Colombia, pasando por "laboratorios de coca" y diferentes comunidades para entender las "necesidades o esas falencias” en el país.
Un momento clave en el documental es la relación que Jorge desarrolló con Sebastián Marroquín, el hijo de Pablo Escobar, con quien se había vuelto amigo. Paulo José Lara enfatizó que Jorge "logró dar ese paso, que a veces no nos dejan avanzar en reconciliación".
Publicidad
Al llegar al barrio Pablo Escobar (hoy llamado Loreto), Jorge decidió montar la Casa Cultural Rodrigo Lara Bonilla. Su propósito era darle a la comunidad "una oportunidad de salir de ese estigma de que las personas que salían de ese barrio siempre salían a ser sicaros o que entraban a la delincuencia".
Para Jorge, la sociedad cambia "con acciones directamente en la sociedad y por medio de la sociedad," ya que a veces es "muy complicado que la sociedad le crea al Gobierno o a las instituciones".
El documental también aborda las profundas críticas sobre la impunidad y la investigación del asesinato del exministro. Paulo José Lara señaló el contraste entre la reconciliación lograda entre dos personas opuestas como Jorge y Sebastián, y la dificultad de trabajar juntos en la política colombiana, preguntando por qué se "pelea tanto” en este ámbito.
Respecto al caso de su padre, la familia lo reabrió alrededor de 2010 o 2012. Gracias a un estudio forense realizado por Alberto Donadío, se encontraron indicios de que "no se había hecho una investigación juiciosa".
Publicidad
Explicó que cuando su padre estaba destapando muchos temas, "nadie lo apoyó, quedó totalmente solo, no tenía carro blindado". La respuesta fácil en su momento fue culpar únicamente a Escobar, ya que "simplemente era más fácil ponerle el nombre Pablo Escobar estuvo detrás de esto y dejemos que no aparezca nadie más".
Sin embargo, cuestionó la complicidad histórica, preguntando: "¿quiénes fueron los actores que ayudaron a que el narcotráfico creciera en el país?". Como ejemplo de estas fallas institucionales, se preguntó: "¿Quién daba las licencias de los aviones en esa época?".