En canchas y polideportivos en el norte de Bucaramanga, la Policía encontró a 12 menores que se encontraban jugando, sin tapabocas y violando el toque de queda.
Según las autoridades, no era la primera vez que los menores entre los 11 y 14 años se encontraban fuera de casa y por ser reincidentes tuvieron que ser trasladados a la comisaría de familia en compañía de sus padres.
“Con apoyo de la Policía de Infancia y Adolescencia trasladamos a estos menores que eran reiterativos en la violación del toque de queda y quienes, además, estaban practicando un deporte que está prohibido por ser en masa en medio de la emergencia”, confirmó el general Luis García, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
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Los menores recibieron una sanción por violación a la norma, que tendrán que pagar sus padres, cuyo valor asciende a los $936.000.
La Policía pidió a los padres de familia estar atentos a sus hijos porque son muchos los menores que encuentran en las calles jugando.
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