
Edward Niño Hernández volvió a ser por cuenta de los Guinness de Récords el hombre más bajito del mundo. Junto a Mayra Pulido, una mujer con su misma condición, contaron sus historias de vida en Mesa BLU y la dificultad que supone ser una persona de talla baja en el país.
“Somos personas de talla baja, que nos digan enanos es incómodo, es una palabra que ofende y que prácticamente ya no se usa”, aclaró Mayra Pulido, una mujer de 25 años de 1.18 metros de estatura, licenciada en pedagogía infantil, quien actualmente trabaja en un colegio de Soacha.
“Empecé a trabajar en el colegio porque salí de ahí, mis papás siempre me han inculcado que debo salir adelante no importa los obstáculos que se me presenten”, aseguró.
Contó, además, cómo resultó su experiencia en el colegio debido a su condición.
“Al principio no veía que era talla baja, al pasar de los años me daba cuenta de que mis amigos crecían y yo no. Ahí es cuando mis papás me explican que tengo una discapacidad, lo asumí como un gran reto, siempre estuve acompañada de mis papás y de la gente que me rodea. Eso me llenó de fuerza para seguir y avanzar", contó.
Edward Niño Hernández, entretanto, tiene 33 años, y en la actualidad posee el récord Guinness como el hombre más bajito del mundo al medir 70 centímetros. Aseguró que se siente muy contento por este reconocimiento.
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“Estoy muy bien de salud, he tenido una enfermedad de los ojos, que es cataratas. Mi mamá me decía vaya a leer la biblia y yo no podía, me operaron y ahora veo bien”, reveló.
Confesó que una de las cosas que más le molesta es que le digan enano. “Así no ponga cuidado es incómodo, también que me quieran alzar, siento que algunos adultos no tienen respeto”.
Escuche más detalles de las historias en los audios adjuntos.
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