Netflix lanza la tercera temporada de la serie “Machos Alfa”

A lo largo de sus tres temporadas, esta producción ha logrado enganchar a la audiencia con su mezcla de humor ácido, reflexión y temas complejos masculinidad tóxica, el feminismo y las dinámicas sociales actuales.Alberto Caballero, guionista de Machos Alfa, habló en Mañanas Blu 10:30 A.M. de los secretos detrás del éxito de la serie y cómo la tercera temporada da un giro inesperado. "Mira, esto comienza básicamente con la historia de cuatro hombres que comienzan a hacer un curso para deconstruir su masculinidad tóxica", explica el guionista. Sin embargo, Machos Alfa no se queda solo en este enfoque, sino que aborda, de manera satírica, la resistencia de estos hombres ante el cambio. "La tercera temporada, según mi punto de vista, lo que pone de relieve es ese montón de etiquetas con las que nos estamos relacionando en estas nuevas sociedades", afirma Caballero.A lo largo de la serie, se observa cómo los personajes luchan por adaptarse a una sociedad que avanza hacia la equidad, mientras intentan entender su lugar en un mundo que exige una redefinición de los roles de género. La serie, según Caballero, no pretende ridiculizar las demandas del feminismo, sino reflejar la resistencia que existe frente a estos avances. "Los ridiculizados en la serie realmente son ellos, que no se pueden adaptar a los tiempos", asegura. Para los guionistas, lo interesante de la comedia es que permite tratar temas espinosos sin que el mensaje resulte pedante o impositivo. "Lo que nos gustaba mucho era la idea de que la hoja de ruta de la mujer estaba clara, pero la del hombre de cómo reaccionar a eso era lo que estaba menos claro", explica.Una de las claves del éxito de Machos Alfa ha sido la capacidad de reflejar de forma irónica las contradicciones de la sociedad actual. Caballero destaca que, aunque la serie pueda ser vista por algunos como un "adoctrinamiento woke", también ha sido interpretada como una crítica a los valores tradicionales. "Aquí en España nos han acusado de ser una serie que reivindica los valores más rancios y tradicionales del hombre", dice entre risas, pero aclara que la serie busca más bien "retratar de manera divertida cuál es la situación y cómo estamos todos intentando reconfigurarnos para podernos seguir relacionando de una manera más sana".En esta tercera temporada, uno de los aspectos más comentados ha sido la inclusión de etiquetas modernas como la "machosfera" y el "heteropesimismo". Estos términos, cada vez más presentes en el debate social, son explorados en la serie con una crítica hacia los límites de las nuevas corrientes de pensamiento. "El empoderamiento femenino está muy bien, pero que quizá el error es tomar como referencia lo que ha sido el patriarcado", señala Caballero. Este análisis se complementa con el tratamiento de conceptos como el poliamor, la no monogamia y las complejas dinámicas de poder entre hombres y mujeres.Caballero también reflexiona sobre la dificultad de establecer relaciones emocionales profundas en una sociedad cada vez más individualista, donde las conexiones genuinas parecen ser un desafío. "Las relaciones fundamentalmente ahora surgen a partir de online, quiero decir, a través de todas las aplicaciones de citas", explica, haciendo un paralelo con la desconexión emocional que a menudo caracteriza a las relaciones contemporáneas.Con una propuesta de comedia inteligente y una crítica mordaz, Machos Alfa ha logrado trascender como un fenómeno global en Netflix. Con la tercera temporada, la serie sigue desafiando estereotipos y planteando preguntas incómodas sobre cómo nos relacionamos en el siglo XXI. Como concluye Alberto Caballero, Machos Alfa no solo pretende hacer reír, sino también hacer pensar: "Lo que se trata es de ganar adeptos. El feminismo no es una alternativa, el feminismo tiene que ser una forma en la que todos vivamos".