Julián David Eslava Garzón, quien hace siete años fue diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), no ha permitido que su enfermedad sea un obstáculo a la hora de alentar a la Selección Colombia que se encuentra en el Mundial de Rusia 2018.
Tiene 38 años y está casado con Mariana Cobos, con quién tiene dos hijos: Isabella, de 8 años y Emmanuel de 10 meses. Además, es diseñador gráfico de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y trabajó con diversas agencias de publicidad en el país.
Con su familia comparte la pasión por el fútbol y han disfrutado hasta ahora la presentación de la Selección durante la Copa del Mundo.
La enfermedad ELA hace que el sistema nervioso debilite los músculos de las personas y afecte sus funciones físicas. Los primeros problemas empezaron cuando su mano derecha dejó de funcionar poco a poco.
Publicidad
Su esposa le contó a BLU Radio sobre el proceso que ha pasado Julián desde el diagnóstico. “Su mayor pasión son los aviones, antes del diagnóstico armaba modelos que tenían mucha complejidad”, dijo.
“Cuando dejó de responder su mano derecha le dio muy duro porque armando uno de los aviones no le quedaba perfecto como a él le gustaba”, agregó Mariana, quien aseguró que aún tienen en su casa tres aviones sin armar, pero con esperanza sabe que Julián “los va armar algún día”.
Publicidad
Y es tanto el gusto por fútbol que cuando juega la tricolor, la casa en la que viven en Bogotá es adornada para que se sienta la fiebre y alegría del Mundial.
“Hace 4 años también fue igual, lo vivimos en familia e invitamos a amigos para que compartan con él los partidos”, afirmó Mariana.
Publicidad
Este año Mariana grabó un video en el que Julián le envía un mensaje de apoyo a los jugadores de Colombia.
“Mi Selección Colombia, jamás perdí la confianza en mi equipo. Perdimos una batalla, pero Dios me dijo que vamos a seguir adelante y vivir más en el Mundial. Gracias por darnos estas alegrías y disfrutar”, dijo el emotivo mensaje.
Publicidad
Publicidad
La comunicación en este caso es diferente. Julián habla con su esposa e hijos por medio de ‘Toby’, un comunicador visual que funciona con un sensor que calibra sus ojos. Él se queda mirando cada una de las letras para formar las palabras que el sistema va pronunciando y sus ojos, en este caso, hacen las veces de un mouse en un computador.
El no poderse mover no ha impedido que Julián y Mariana tengan un matrimonio en todos los sentidos. “Es un papá muy amoroso, le habla todo el tiempo a Isabella y Emmanuel, juega con ellos siempre. Isabella lo maquilla y juegan a la cocina”, contó Mariana.
Publicidad
A pesar de la enfermedad, es Julián quien lleva la autoridad en la casa, es la cabeza de la familia y quien toma las decisiones importantes. Además, siempre da ánimo a su esposa cuando las situaciones se tornan difíciles.
“Él siempre me dice que todo va a estar bien. Cuando lo diagnosticaron, dijo que íbamos a aprender a vivir con esto y que íbamos a salir adelante”.
Publicidad
Publicidad
Julián Eslava es un claro ejemplo de que ni siquiera una enfermedad es problema cuando se trata de alentar a la Selección Colombia.