Existen diferentes motivos por los cuales las orejas puedan ponerse rojas. Según estudios, las orejas están repletas de diminutos vasos sanguíneos que, por diversas razones, pueden dilatarse, incrementando así el flujo sanguíneo en la zona. Esto provoca que se enrojezcan y aumenten su temperatura. Mientras la vasodilatación persista, las orejas conservarán esta condición, aunque generalmente no por mucho tiempo.
Este mismo fenómeno ocurre en las mejillas, donde muchas veces calor y enrojecimiento simultáneamente con las orejas. En ocasiones, esta sensación puede hacernos pensar que tenemos fiebre, pero en realidad no es así. A lo sumo, podría causar una leve sensación de picor.
Además, que las orejas se pongan rojas se puede deber también a temas físicos o emocionales .
Causas emocionales: según la psicología, cuando experimentas enrojecimiento en las orejas, ¿sientes que arden intensamente y se inflaman considerablemente? Es posible que no se trate de un caso aislado y que padezcas el Síndrome de la Oreja Roja.
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Esta condición fue descrita por primera vez en 1994 por el médico J.W. Lance. Sin embargo, en la actualidad sigue siendo un trastorno poco conocido.
Se sabe con certeza que el enrojecimiento de las orejas ocurre por la misma causa: la acumulación de sangre y la dilatación de los vasos sanguíneos en la zona. No obstante, en este síndrome, el fenómeno deja de ser ocasional, volviéndose más frecuente, prolongado y generando una gran molestia.
Causas físicas: por el contrario, cuando se trata de una causa física hace referencia a factores climáticos, alergias, perforaciones, picaduras de insectos, enfermedades dermatológicas, entre otras.
Existen muchas personas que presentan este síntoma de las orejas rojas; ante esto, expertos recomiendan no alarmarse, pues se podría decir que solo genera incomodidad y que no es una enfermedad propiamente dicha. Además de tener bastante paciencia , ya que no es posible prevenir y controlar el enrojecimiento de las orejas.
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