-El engaño del marcador:
En 1970 William Summerlin saltó a la fama en el mundo científico por cuenta de supuestos experimentos con piel humana, asegurando que un año antes en la Universidad de Stanford realizó con éxito un trasplante de piel humana de una persona de raza blanca a otra de raza negra.
Con tales antecedentes fue trasladado a Nueva York para trabajar bajo las órdenes del doctor Robert Good, reconocido como una eminencia en la inmunología moderna.
A su llegada, el doctor Good le solicitó sus investigaciones para evaluarlas. En ese momento, Summerlin investigaba con ratones injertando piel de ratones negros en ratones albinos.
El tejido que utilizaba era cultivado en un recipiente con nutrientes durante algunas semanas, pero cuando acudió ante el doctor Good descurbió que la piel injertada en los animales estaba perdiendo su color, por lo que decidió pintar las secciones del cuerpo de los ratones con un marcador.
Posteriormente fue descubierto y expulsado del laboratorio Memorial Sloan Kettering Cancer Center y pasó el resto de su vida como médico rural en Luisiana, Estados Unidos.
-Power Balance:
Estas pulseras de mano diseñadas en California cobraron relevancia mundial desde mediados de 2009 pues se comercializaban con la siguiente afirmación: “contiene un holograma que funciona a través de frecuencias que se encuentran en nuestro ambiente natural, de las que conocemos sus efectos positivos en el campo de energía del cuerpo. Esto ayuda a desarrollar el equilibrio, la flexibilidad, la fortaleza y bienestar general”.
Las pulseras tenían un holograma con la inscripción “la ciencia del equilibrio” y con lo que muchos califican hoy en día como “un fraude basado en palabrería” se vendieron a lo largo de todo el mundo miles de millones.
Posteriormente Troy Rodarmel, inventor del producto, aseguró en una entrevista que “si sostengo una fruta en la mano, con ella seré más fuerte”. La euforia y popularidad de las Power Balance era tal que a lo largo de todo el planeta se veía gente que seguía usando la manilla y sostenía una fruta porque creía que su energía armonizaba la vida.
-Píldoras del cometa:
A propósito del tema, David Zurdo, escritor y científico, comentó en Luna BLU que la penúltima vez que el cometa Halley visitó la Tierra se dijo que la estela de la roca espacial contenía gases venenosos terroríficos que al pasar por el planeta provocaría una intoxicación de proporciones mundiales.
Aprovechando esta mentira se lanzaron al mercado unas ‘píldoras del cometa’, “pastillas que iban a servir, supuestamente, para prevenirse de ese efecto nocivo de los gases que en teoría iban a venir con la estela del cometa”.
Escuche en este audio más información sobre fraudes científicos y el efecto placebo en la salud humana.