Tras las fuertes lluvias que azotaron el estado de Miranda, Venezuela, dejando a varias familias afectadas por las inundaciones, se difundió un video que capturó el coraje de una niña que regresó valientemente al lugar afectado para rescatar a cuatro cachorros atrapados en medio del agua.
El video, que se volvió viral y fue ampliamente difundido en medios locales, muestra a la pequeña vestida con una camiseta roja sosteniendo a los cuatro cachorros en sus brazos.
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En una entrevista publicada por el portal web Alerta Mundial, la niña presentó a sus cuatro perritos, a los cuales rescató con una sonrisa, y expresó que lo que más necesitaba en ese momento era un colchón para poder dormir cómodamente, ya que el agua había dañado muchos de sus objetos personales en casa.
Según otros testimonios, el agua que invadió el estado de Miranda llegó con gran fuerza, y no hubo tiempo para proteger los objetos personales, lo que resultó en la pérdida de muchos objetos de valor para la población afectada.
🇻🇪 | Niña salva a sus perritos de la inundación en Zulia, Venezuela, y es heroína en las redes.
— Alerta Mundial (@AlertaMundoNews) May 9, 2024
Conoce la historia de María Victoria, la niña que a pesar de exponer su vida, salvó a sus cachorros; pero ella y su familia necesitan ayuda.
Con la inundación perdieron todo, y ahora… pic.twitter.com/EAsfXfk6vr
Otro país afectado por las lluvias
Más de la mitad de la población de Arroio do Meio, una ciudad de poco más de 20.000 habitantes, está desplazada después de que la devastadora inundación en el sur de Brasil destruyera cientos de casas. Sin horizonte claro para la reconstrucción, muchos temen quedarse años sin dormir bajo su propio techo.
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Ubicada a orillas del río Taquari, entre campos de soja y bosques de eucalipto, la ciudad tiene barrios enteros que fueron arrasados y a los que sus habitantes no podrán regresar.
La mayoría de los 12.000 desplazados se ha ido a casas de familiares, pero alrededor de 800 vecinos conviven como pueden en refugios públicos improvisados en seis gimnasios, una escuela y a la intemperie en la plaza principal.
“¿Hasta cuándo estaremos aquí?”, preguntan los desplazados a unos funcionarios municipales que solo saben que no será pronto.
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El alcalde Danilo José Bruxel, un hombre alto que mantiene la voz sosegada pese al desastre, dice a EFE que es una situación “caótica” y que no ve "una luz" aún. La solución es construir, asegura, pero es consciente de que eso “no es inmediato”.
El estado de Rio Grande do Sul, con una población de 11,2 millones de habitantes, tiene cerca de 400.000 desplazados en la peor catástrofe natural de su historia.
En uno de los gimnasios, con 70 evacuados, Sueli Ignoatto, una mujer bajita de 64 años, se ha acomodado en el centro de la cancha de básquet con lo que salvó de la crecida: un par de colchones, una nevera estropeada, y un fogón donde hierve el agua para el mate, costumbre que ni una tragedia como esta puede interrumpir.
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“Dicen que vamos a estar aquí uno o dos años… Yo no voy a aguantar”, asegura a EFE, sentada junto a sus tres perros.
Es la tercera vez que tiene que dejar su casa. En septiembre y noviembre, las anteriores crecidas, se fue un mes pero acabó volviendo después de pintar y barnizar. En la de la semana pasada, el río derrumbó su casa.