El místico municipio que está a una hora de Bogotá: sus bosques parecen sacados de cuentos de hadas
El municipio se ha convertido en un destino turístico que para muchos visitantes parece un escenario de cuento de hadas
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Muchos ciudadanos buscan de vez en cuando escapar del ruido sin tener que recorrer largas distancias, mientras encuentran un lugar mágico para descansar, por ello, a solo una hora y media de Bogotá está Choachí, un municipio de Cundinamarca conocido como la “Ventana de la Luna”.
El apodo del municipio hace referencia a las tradiciones muiscas que giran en torno a este territorio y que rendían culto a la diosa lunar. Hoy en día, el rincón se ha convertido en un destino turístico que para muchos visitantes parece un escenario de cuento de hadas, gracias a sus montañas cubiertas de neblina, cascadas imponentes y bosques que parecen salidos de la fantasía.
Choachí tiene una mezcla especial, pues combina historia, cultura y naturaleza. Su fundación se remonta al siglo XVI, en medio de la colonización. En la plaza principal se levanta la iglesia San Miguel Arcángel, construida en 1608 y que aún conserva su arquitectura colonial. Las festividades religiosas, la música campesina y las artesanías mantienen la esencia del pueblo intacta, en constante conexión con sus raíces indígenas.
Entre los principales atractivos está el Bosque de Neblina, un ecosistema en el que la humedad, los árboles cubiertos de enredaderas y el clima frío generan una atmósfera mágica y misteriosa. La caminata hacia este lugar dura alrededor de cuatro horas por senderos que cruzan montañas y valles ocultos, hasta llegar a un sitio que parece sacado de un libro de fantasía.
Pero eso es solo una parte de lo que ofrece el municipio. Allí se encuentra la Cascada La Chorrera, la más alta de Colombia con 590 metros de caída; el Parque Ecológico Matarredonda, con lagunas y miradores de páramo; los termales de Santa Mónica, perfectos para relajarse; y el Páramo El Verjón, ideal para los amantes de las caminatas de alta montaña. Viajar a Choachí se convierte en una recompensa para el alma, pues resalta el valor de la naturaleza y apuesta por el turismo ecológico.
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El trayecto hacia Choachí ya es parte de la experiencia. Desde Bogotá, la ruta más común comienza por la calle 26 hacia el oriente, conecta con la avenida Circunvalar y sigue por la salida señalizada hacia el municipio. La carretera, pavimentada y en buen estado, ofrece paisajes cubiertos de neblina que acompañan el viaje.
En transporte público también se puede llegar en menos de dos horas, con buses que parten desde la capital hacia la provincia de Oriente. Una travesía cercana y asequible para quienes buscan aire puro y un contacto directo con la naturaleza.
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