Mirador Ziruma, el nuevo atractivo para ver atardeceres en Santa Marta
Un lugar mágico sobre el cerro Ziruma permite apreciar la ciudad desde las alturas.
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Asomarse al filo del Cerro Ziruma es descubrir una ventana abierta sobre la playa de El Rodadero y las montañas de Santa Marta, un sitio desde el que los atardeceres pintan cuadros imposibles. A este rincón natural, ya embellecido por un sendero peatonal señalizado y estaciones temáticas, se suma ahora un espacio especial: el Mirador Ziruma, un nuevo punto que combina experiencia, tranquilidad y panorámicas de ensueño.
Una caminata suave al caer la tarde transporta al visitante por los tramos elevándose entre la vegetación costera, hasta llegar a estaciones como la de “El Tucán” o “La Guacamaya”, cada una acompañada por paneles que explican la flora y fauna local. En ese trayecto, el viento salino anticipa la vista: los tonos dorados del atardecer empiezan a reflejarse sobre el mar y la ciudad.
En el nuevo mirador, construido con madera y barandas que fluyen con la curva del cerro, se abre ante los ojos un panorama cautivador: El Rodadero, la bahía y el centro histórico de Santa Marta parecen suspendidos en el tiempo mientras el sol se despide. Los visitantes, algunos con cámaras, otros simplemente en silencio, se dejan envolver por la calma compartida.
“Es un lugar para encontrarse con uno mismo,” comenta Mariana, una turista que estuvo de visita.
“Ver cómo las luces de la ciudad se encienden desde esta altura, mientras el cielo se tiñe de naranja, es casi un ritual de paz”, dijo.
Como complemento, el Mirador Ziruma Hostal ofrece una terraza-bar justo al bajar, donde se puede cerrar la experiencia con un café o un jugo natural. Su gerente, Norberto Pomares, cuenta que buscaron crear un espacio de encuentro, donde “el visitante pueda sentirse acogido, valorar la vista y quedarse unos minutos más, antes de que el final del día lo invite a bajar”.
El sendero, de aproximadamente 1,6 km y ocho estaciones (como La Colirroja o El Cangrejo), se ha convertido en ruta predilecta para caminantes y deportistas que lo recorren entre ejercicio y contemplación. A media tarde, el murmullo de pasos se mezcla con suspiros y susurros:
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“Este mirador no es solo un panorama; es una forma de detenerse”, dice Lucas, un residente que camina allí para cerrar el día con algo más que rutina.
Horario ideal: Llegar entre las 5:00 y 6:30 de la tarde para tomar el atardecer completo.
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¿Cómo llegar?: Acceso peatonal desde la carrera cuarta, vía al Rodadero. El sendero es bien marcado y permite subir a pie o en bicicleta. También puede llegar en bus o vehículo particular.
Seguridad: Hay presencia policial en estaciones y buena iluminación; usar calzado cómodo y ligero.
Disfrutar el momento: Llevar agua, quizá algo ligero para compartir, y tomarse el tiempo para dejar ir la ciudad desde arriba.
Fotografía: Ideal para captar el skyline samario con contraste de tonalidades del cielo y el mar.
En Santa Marta, el Mirador Ziruma es así un puente entre lo urbano y lo natural. Un lugar donde la ciudad se rinde ante el mar y el silencio, y donde cada atardecer se vive como el regalo que siempre inspira.