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Desde muy temprano los barranquilleros se colocaron la camiseta de la Selección y con la fe intacta salieron a las calles con los colores de la tricolor.
Lleno total en establecimientos comerciales y familias enteras reunidas gritando los goles del combinado nacional era lo único que se escuchaba en la tarde de domingo en toda la ciudad.
El gol de Yerry Mina puso a gozar a los atlanticenses, quienes cada vez estaban más emocionados por el triunfo ante Polonia y eso lo demostraron con saltos, gritos y abrazos.
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Uno de los lugares donde más se aglomeran los barranquilleros fue la troja y allí al ritmo de la salsa y del ambiente costeño celebraron los tres goles que nos dieron la victoria ante Polonia.
La expectativa crece con el próximo partido de la Selección con Senegal, rival que no consideran fácil pero con la fe intacta, esperan también salir vencedores.
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