"Cof cof cof", editorial de Ana Cristina Restrepo
En el Editorial de este viernes en Vive Medellín, Ana Cristina Restrepo habló sobre la contaminación del aire en Medellín.
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Este es el Editorial de Ana Cristina:
Medellín y Bogotá son las ciudades más contaminadas en Colombia. Su tipo de polución desencadena enfermedades clasificadas como infecciones respiratorias agudas.
En el año 2005, la Organización Mundial de la Salud señaló que las partículas finas (PM2.5) causan en el planeta aproximadamente el 3 % de la mortalidad por enfermedades cardiopulmonares, el 5 % de la mortalidad por cáncer de tráquea, bronquios y pulmón, y el 5 % de la mortalidad por infecciones agudas en niños menores de 5 años.
El informe más reciente de Calidad de Vida de “Medellín Cómo Vamos” determina que en algunas de las estaciones locales de medición de la calidad del aire, durante el periodo comprendido entre 2012 y 2015, la concentración de material particulado PM10 y PM2.5 fue superior a la norma colombiana.
San Antonio, en el centro de Medellín, es el punto que registra mayor contaminación; también preocupa el aire en La Estrella.
Los automóviles, la minería y las fábricas son por excelencia los mayores generadores de contaminación por material particulado. En el Valle de Aburrá, los camiones, carros y motos generan más del 60 % de las fuentes contaminantes.
Otra vez, en Medellín estamos al borde de una contingencia ambiental por la pésima calidad del aire: el Área Metropolitana asegura que el 9,2 % del total de muertes naturales en este valle tienen relación directa con la contaminación atmosférica.
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En el periodo comprendido entre los años 2012 y 2014, las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores fueron la tercera causa de mortalidad en Medellín, solo superada por las enfermedades isquémicas del corazón y la violencia.
Mientras el Área Metropolitana busca un nuevo Pacto por la calidad del aire; el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, promete fortalecer el sistema de transporte público, y extender la red de ciclorrutas. También habla de renovar el 60 % del parque automotor de transporte público masivo con combustibles limpios antes del año 2019.
Urge la implementación de medidas de contingencia como el pico y placa más prolongado y, por lo menos, un día sin carro cada mes en el Valle de Aburrá.
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Entre las medidas propuestas por el alcalde sería bueno tener en cuenta la interconectividad de la malla de ciclorrutas: no solo importan los kilómetros de vías sino cómo se comunican entre sí. También es fundamental la construcción y mejoramiento de los andenes en la ciudad para que los ciudadanos podamos caminar; así como la peatonalización de ciertos sectores.
Finalmente, hoy más que nunca la ciudad necesita ciudadanos, personas conscientes del impacto de su huella: salga ya a la ventana y mire al cielo. El mensaje es claro: la descontaminación del aire de la ciudad no implica esperar milagros sino emprender acciones colectivas. Y urgentes.