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La crisis migratoria no solo es en Necoclí sino que en un efecto dominó se evidencia una afectación en la capital antioqueña.
A la terminal del norte de Medellín han arribado más de 1.300 migrantes diarios, un incremento del 350 % en comparación con lo ocurrido hace un año. La mayoría son venezolanos que buscan un tiquete para viajar a Necoclí, pero la capacidad de las flotas de buses se ha visto desbordada.
Por eso, los extranjeros están instalando cambuches en cercanías a la carrera 65 y la terminal del norte para dormir mientras consiguen el tiquete para llegar al Urabá y seguir su tránsito por el peligroso Tapón del Darién.
El personero de Medellín, William Yeffer Vivas, expresó su preocupación por esta situación humanitaria porque hay decenas de niños y población vulnerable que requieren de atención urgente.
"Igualmente, se ha presentado un fenómeno de algunos cambuches, campamentos, alrededor de la terminal de transportes de personas migrantes que están esperando tener recursos para poder hacer el tránsito", señaló el personero.
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Según los registros de la Personería de Medellín, el flujo de venezolanos que viaja desde la ciudad en busca del sueño americano pasó de 2.819 personas en 2021 a cerca de 70.000 migrantes en lo que va de este año.
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