"La legalidad y el decoro", editorial de Ana Cristina Restrepo

Este es el Editorial de Ana Cristina: Después de ganar el concurso adelantado por la Universidad Pontificia Bolivariana, Carlos Alberto Ruiz Arango finalmente aceptó su designación en la curaduría primera de Medellín.El nuevo curador primero fue designado por el alcalde Federico Gutiérrez mediante el acto administrativo basado en el decreto 1077 de 2015. Vale subrayar que el alcalde y el Concejo de Medellín le habían pedido a Ruiz públicamente que desistiera de su aspiración.Recordemos la razón por la cual Carlos Alberto Ruiz acepta el cargo en medio de una gran polémica: este curador es el mismo que está vinculado a investigaciones por conceder licencias en la construcción del edificio Space cuya etapa 6 colapsó el 12 de octubre de 2013.¿Por qué es, entonces, curador otra vez? Porque Ruiz Arango fue el único aspirante que aprobó el examen escrito y sacó los mejores puntajes para optar al cargo de curador.Quien fuera el curador de Space dice que pese a que se encuentra vinculado a un proceso en el que se le señala de prevaricato por acción, fue absuelto en primera instancia por un juez.Es decir: el señor Ruiz Arango está dentro de los límites de la legalidad para ejercer el cargo. ¿Pero acaso lo “legal” es siempre condición suficiente para ser bueno, decoroso, ético?La legalidad y el decoro no siempre coinciden…Por ejemplo: si usted corre para alcanzar un puesto en el bus y lo alcanza antes que una señora embarazada y a ella le toca viajar de pie: su acción fue legal, no hubo crimen ni infracción alguna, pero no fue decorosa.Es fácil entender el argumento del carácter de la situación legal de Carlos Ruiz Arango para aceptar el cargo de curador, no ha sido condenado por la justicia, pero decoroso no es.Y mientras tanto el Ministerio de Vivienda permanece callado.