Menor se escapó de hogar de paso del ICBF en Girardota y la Policía lo encontró en una finca
El menor de once años llegó hasta una finca ubicada en la vereda El Barro, de Girardota, manifestando que huyó porque era presuntamente maltratado.
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Más de 15 horas tardaron las autoridades en atender el caso de un menor de 11 que se escapó de un internado infantil, operador del ICBF en el municipio de Girardota, Antioquia. El niño llegó caminando hasta una finca ubicada a casi dos horas de distancia y argumentó que se había escapado porque era maltratado al interior de la Institución.
Juan Andrés Ochoa, quien vive con su familia en la parte alta de la vereda El Barro, en Girardota, que el pequeño de 11 años llegó hasta la cerca que demarca la propiedad de su finca y les pidió permiso para ingresar.
Para el hombre fue algo extraño, pero más extraño le parecieron las palabras del niño, asegurando que se había escapado de un centro del ICBF, ubicado a unos 15 minutos en carro del lugar.
"La situación con el centro es muy preocupante para mí porque el niño habla y describe una tortura y unos amarres en la cama de una manera tan dura, que en la mente de un niño de once años no creo que quepa hacer una descripción tan supremamente dramática", manifestó Juan Andrés Ochoa.
Según cuenta Juan Andrés, el niño llegó cerca de las 8:30 de la mañana y de inmediato activó la ruta con las autoridades para que lo recogieran, pues ante las palabras del menor, prefirió entregarlo directamente a la Policía en lugar de llevarlo hasta la Fundación Alavés, de donde se escapó.
Blu Radio se contactó con la fundación, quienes explicaron que el pequeño, que está en lista de adoptabilidad, tiene “una discapacidad psicosocial” y desde que llegó a la institución había un riesgo de fuga de su parte.
Del mismo modo, la fundación dijo que recibieron la llamada de Juan Andrés y le explicaron la situación del menor, pero para la familia que lo recibió, y que para ese momento ya había compartido varias horas con él, lo que le decían por teléfono no correspondía a lo que estaban viendo en su hogar. "No es el demonio del Tasmania que quiso que yo viera" agregó Ochoa.
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La otra preocupación que surgió en Juan Andrés fue que, tras más de 15 horas la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá envió una patrulla de Infancia y Adolescencia para recoger al niño, pasadas las 12 de la noche.
El niño fue recogido por una patrulla de la Policía de Infancia y Adolescencia pasadas las 12 de la noche, razón por la que Juan Andrés se pregunta por qué las autoridades dejan pasar 15 horas para atender y restablecer los derechos de un menor que está bajo la responsabilidad de Bienestar Familiar, más aún cuando los vecinos de la fundación le dijeron que no es la primera vez que sucede algo así.
"Conversando con algunos vecinos hicieron el comentario que la semana anterior habían tenido un problema similar con otro niño que habían salido a buscar", Juan Andrés Ochoa.
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Blu Radio contactó al ICBF para consultar si tiene denuncias o alertas por maltrato dentro de las instalaciones de su operador, pero aún no hay respuesta, mientras que desde la Fundación explicaron que los niños con los que trabajan tienen riesgo psicosocial alto y pueden decir muchas cosas que no son ciertas.
Del mismo modo, explicaron que el pequeño que se fugó ya se encuentra de nuevo en sus instalaciones y que están a entera disponibilidad para que las autoridades “lleven a cabo las indagaciones que den a lugar frente al discurso generado por el menor”.
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