Preso en Medellín se cosió la boca como protesta por hacinamiento carcelario
El hombre, quien está recluido en el calabozo de La Candelaria, adelanta una huelga de hambre.
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Las precarias condiciones para alimentarse, dormir y hasta recibir un rayo de sol hicieron que Ignacio López, un hombre de 47 años preso en el calabozo de La Candelaria, tomara la decisión de coser su boca con seda dental y hacer una huelga de hambre como protesta para exigir su traslado a un centro carcelario menos hacinado.
Ignacio, acusado por hurto calificado y agravado, es uno de los 215 detenidos en este calabozo de paso que solo tiene capacidad para 60 personas y no ofrece condiciones dignas para los reclusos, según asegura el defensor de derechos humanos Jorge Carmona.
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“Él lleva tres semanas allá y es paciente psiquiátrico. Esto es un problema porque él ya varias veces se ha cortado y es necesario que lo trasladen a un centro carcelario. Igual hay que entender que esto es una cadena de cosas y las cárceles de acá no tienen capacidad”, explicó Carmona.
El defensor de derechos humanos también pidió atención médica para este preso, debido a que necesitaría recibir tratamiento psiquiátrico y medicación.
El preso finalmente se descosió la boca, pero continúa en huelga de hambre.